El 77% de las medianas y grandes empresas españolas vigilan el 'e-mail' de sus plantillas
El control de las comunicaciones electrónicas de los empleados comienza a ser una cuestión de economía. El 56% de las medianas y grandes empresas de Europa, África y Oriente Próximo (región Emea) vigila de forma rutinaria el tráfico de correo electrónico generado por sus plantillas, y hasta un 61% lo archiva.
En el caso de España, las medidas para conocer la naturaleza de los e-mail que entran y salen de las empresas se extiende al 77% de las firmas encuestadas. La elevada cuota sitúa a este país a la cabeza de Europa, por delante de Francia (71%), Polonia (67%), Holanda (66%) o Reino Unido (62%).
Estas conclusiones parten del estudio Storage Index, encargado por la firma especializada en almacenamiento Hitachi Data Systems. El trabajo profundiza en las políticas de comunicaciones impulsadas por los directores de tecnología de 690 empresas.
De éstas, el 68% ha incluido algún tipo de regulación sobre el uso del e-mail. Según el director general de la filial de Hitachi en España, Ángel Fernández, 'nuevas leyes como la Sarbanes-Oxley han obligado a revisar sus estrategias referentes a las comunicaciones a pesar de que sea una medida impopular'.
Posibilidad de ahorro
Ángel Fernández opina que una mejor gestión del correo incide en ahorros. Según sus cálculos, este tipo de mensajería ocupa una media del 40% de la capacidad de almacenamiento de datos de una gran empresa, 'cuota que puede ser fácilmente rebajada'.
Otras preocupaciones que saltan a la vista del informe, que será publicado próximamente, es el tiempo que debe dedicarse a archivar los datos de interés contenidos en los correos; y el escaso calado que han tenido las recomendaciones sobre el control de la mensajería instantánea.
'Durante 2005 esperamos que la mayoría de las compañías realicen inversiones en sistemas de gestión de correo y tecnologías similares', ha valorado el director de marketing de Hitachi Data Systems en la región Emea, 'deberíamos sentirnos afortunados por el hecho de que la mayoría hayan sido capaces de funcionar sin una gestión efectiva de estas herramientas'.