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CincoSentidos

El gusto de la cocina árabe en Mosaiq

La oferta del panorama gastronómico madrileño sigue incrementándose. En este caso el punto de mira está al otro lado del Estrecho, en los aromas de la cocina marroquí.

Mosaiq (Caracas, 21. Tel.: 913 084 446) se inauguró hace un mes por los hermanos Viroomat, propietarios del Mumbai Massala, reducto de la culinaria india, quienes, como en su otro restaurante, han confiado en el estudio de Ignacio García de Vinuesa la decoración.

Mosaicos, sillas estilo bereber, riqueza en las telas, tonos azul añil, marrón, ladrillo visto... reminiscencias arabescas para el comedor del piso superior, el patio interior cubierto, con palmeras y fuente, y el snack-lounge, donde tomar una copa en cómodos sofás, un aperitivo o fumarse la típica narguile.

Los argumentos culinarios -a cargo de dos cocineros árabes procedentes de Dubai y Londres- responden a propuestas tradicionales de la cocina del Magreb. Lo mejor es empezar por un surtido de aperitivos fríos y calientes con hommos (crema de garbanzos con aceite de sésamo y zumo de limón), moutabal (la misma versión con berenjena), dolmeh (hojas de parra rellenas), fatayer (empanadillas de espinacas y queso), falafel (pastelillos de legumbres) y kibbe (croquetas de cordero). Son también recomendables los pinchos de pollo y cordero a la parrilla (shish tauk y kebab), o el tagine de cordero con ciruelas. Los partidarios del pescado pueden optar por un taco de atún macerado preparado a la plancha, con un buen punto, y quienes gusten de las verduras, decantarse por alguna de sus ensaladas o un suave cuscús de verduras. Y a la hora de los postres, un surtido de dulces pastelillos árabes con un digestivo té verde.

Para acompañar, la bodega se decanta por etiquetas de distintas DO, donde se echa en falta un mayor número de referencias. El precio medio del menú ronda los 30 euros, aunque existe una degustación para dos personas (21 sin IVA ni vinos).

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