El Ibex, en el 8.400
La sesión de ayer parecía perfilada, a priori, hacia las ventas, pero el Ibex se anotó un alza del 0,93% que valió al índice para cerrar a sólo un paso de los 8.400 puntos y bien cerca, por lo tanto, de los máximos del año.
El fondo comprador del mercado español supera cada prueba a la que le somete el entorno macro y microeconómico. La sesión de ayer parecía perfilada, a priori, hacia las ventas, pero el Ibex se anotó un alza del 0,93% que valió al índice para cerrar a sólo un paso de los 8.400 puntos y bien cerca, por lo tanto, de los máximos del año.
El sector tecnológico sufría por culpa de Nokia y, en menor medida, IBM y Su Microsystems. De igual modo, el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan mostró un inesperado enfriamiento del optimismo. Con todo, los inversores optaron por el camino de las compras, si bien las ganancias fueron notablemente más abultadas en el mercado español que en el resto. El escaso o nulo peso del sector tecnológico -hace tiempo que los inversores dejaron de creerse el cuento de que Telefónica es una empresa de tecnología- en el Ibex hace que la Bolsa se apañe mejor que otras plazas en las sesiones en que la Nokia de turno da algún susto al inversor.
Por lo demás, la perspectiva de tipos de interés más altos y su efecto en el mercado se ha demostrado, de momento, como una excusa para las tomas coyunturales de beneficios más que como un argumento sólido en favor de las ventas. Lo mismo que ocurrió, por ejemplo, con la escalada de violencia en Irak. Los bolsistas son conscientes de que el fondo de mercado es positivo hasta que deja de serlo. Y que lo que ahora no es importante mañana puede convertirse en el argumento perfecto para vender a manos llenas.
El mercado no es insensible a las malas noticias. Pero prefiere pasarlas conscientemente por alto mientras persista el fondo comprador. Ahora, los gestores están listos para dar la orden de vender. De ahí la parsimonia con la que se marcan los máximos del año. Pero, en cualquier caso, máximos son, y en los tres meses y medio de 2004 se ha obtenido una rentabilidad superior al 8%.
Sobredosis informativa
No gana el mercado para digerir noticias. Ha de cotizar a un tiempo la reactivación económica, los resultados empresariales, la tensión geopolítica y los altibajos en las perspectivas sobre tipos de interés. Separar el grano de la paja, esto es, discernir cuál de estos frentes es el que más preocupa -o el que más ilusiona- a la comunidad inversora es una tarea compleja incluso a toro pasado. Intentar predecir el comportamiento del mercado a priori es prácticamente imposible.La inercia alcista se impone en este contexto, al tiempo que ganan importancia las cotas técnicas y psicológicas. Así, al igual que los índices encontraron suelo relativamente pronto en los días posteriores al 11-M, las resistencias al alza son mucho más sólidas en la situación actual que a principios de año. Algo, por otra parte, obvio, puesto que los inversores tienen más que perder, y la capacidad de sorpresa se ha reducido.