Wall Street, presa del nerviosismo
Wall Street sucumbió a la presión. El dato del IPC de marzo puso entre las cuerdas a los inversores y las ventas finalmente se impusieron. La cifra resultó por encima de las previsiones que manejaban los analistas y alimenta la expectativa de que la Reserva Federal suba los tipos de interés a corto plazo.
El mercado tardó en definir tendencia y tras pasar de las pérdidas a las ganancias los retrocesos resultaron inevitables. El Dow Jones cayó un 0,03%, mientras que el Nasdaq se dejó un 0,26%. Las caídas se produjeron por segundo día consecutivo y han recortado el fuerte tirón que han experimentado estos índices desde la última semana de marzo. Las ganancias, con todo, aún rondan el 3%.
Los resultados empresariales pasaron a un segundo plano. Los hubo mixtos, pero mayoritariamente cumplieron las previsiones.
El euro estuvo dando bandazos durante la sesión. En el peor momento llegó a cotizar por debajo de los 1,19 dólares. A última hora caía hasta 1,1939 y se situaba en el niveles más bajo desde el pasado noviembre.
Esta volatilidad estuvo alimentada en parte por el déficit de la balanza comercial de EE UU; se redujo en febrero después de que la debilidad del dólar y un crecimiento económico más vigoroso impulsaran tanto las exportaciones como las importaciones a niveles récord.