Marqués de Vargas, un vino para guardar
Acaba de salir al mercado la nueva añada 2000 del Marqués de Vargas Reserva Privada, un vino de la DO Rioja elaborado por Bodegas y Viñedos del Marqués de Vargas.
La bodega, fundada en 1990 por Pelayo de la Mata, aristócrata de cuyo título nobiliario lleva el nombre, es heredera de una vasta tradición vinícola que se remonta a 1804.
Sus vinos, sólo tintos con crianza de estilo más bien clásico pero con ciertos toques modernos, se caracterizan por una línea personal, potentes y con cuerpo, para guardar muchos años. En plena expansión, el año pasado adquirieron la bodega gallega Pazo de San Mauro, DO Rias Baixas, y este otoño inaugurarán otra en Ribera del Duero, Bodega Conde de San Cristóbal (su primera etiqueta, un 2003, verá la luz en 2005).
El Marqués de Vargas Reserva Privada se elabora a partir de viñedos propios ubicados en el corazón del Ebro, en los pagos El Cónsul y La Misela, con una edad media de 36 años. Para su producción se ha utilizado un 60% de tempranillo, un 10% de mazuelo, un 10% de garnacha y un 20% de otras variedades.
El vino ha envejecido durante 23 meses en barricas nuevas de roble checheno -lo que en su momento fue toda una novedad, y todavía no es muy usual-, y su producción se ha limitado a 38.000 botellas, más otras 1.000 en formato magnum, la primera vez que se embotella en este envase de 1,5 litros, lo que le permite una mejor evolución.
En la cata, el vino da fe de su cuidada elaboración y su vocación de alta gama. De color intenso, se muestra rico en aromas, con notas de fruta madura y una armoniosa madera. Poderoso, con cuerpo y carácter en boca, muestra de nuevo la fruta, evidenciando una viva acidez.
Un vino para guardar y consumir en los próximos años. Su precio aproximado ronda los 65 euros.