Diez cabrios para no perderse
Aunque la primavera se resiste a aterrizar, cuando empiece el buen tiempo las ciudades españolas verán resurgir un fenómeno automovilístico que se sucede año tras año: el de los descapotables. Hay usuarios que los usan de enero a diciembre, pero es desde la primavera y hasta que llega el anticipo del invierno cuando más luce y más se disfruta de esta clase de vehículos, sobre todo si se pliega su capota. Así y todo, cada vez son más los que recurren a techos rígidos, que los convierten en coupés, gracias a su mejor estanqueidad y rigidez. Dos características que los equiparan a sus homólogos cerrados.
Fruto de la buena marcha del sector, son muchos los fabricantes embarcados en la producción de estos modelos. Se pueden adquirir desde algo más de 19.500 euros, precio del Ford Street Ka. Este biplaza, impulsado por un motor de 95 CV, exhibe una gran dinámica, y disfruta de un equipo de serie que incluye hasta tapicería de piel. Su techo de lona se manipula de forma manual.
Por un precio algo mayor, el Mazda MX-5, desde 21.245 euros, el roadster más vendido de todos los tiempos, goza ahora de un equipo de serie enriquecido. De nuevo, dos plazas y techo de lona manual, con una doble opción mecánica: 1.6, de 110 CV y rendimiento suficiente, y 1.8, de 146 CV y seis marchas, para conductores que gustan de emociones al volante.
También como descapotable de bolsillo, Opel lanzará próximamente el Tigra Twin Top, desarrollado a partir del Corsa y motorizado por un 1.4 de 95 CV, o por un 1.8, de 125 CV, los dos de gasolina. Nada se sabe de precios pero se puede anticipar que este biplaza de techo rígido de acero y manejo eléctrico tendrá un buen comportamiento y ofrecerá mucha diversión.
En una línea parecida, aunque con techo de lona, de naturaleza eléctrica, Mini explora el concepto descapotable con su Cabrio, a la venta a comienzos de julio en variantes One, 95 CV, y Cooper, 116 CV. Presenta configuración 2+2, dos amplias plazas delanteras y dos pequeñas butacas traseras, aptas para niños. La estimación es de unos 19.000 euros para el más asequible. A finales de año habrá una versión Cooper S, de 163 CV.
De tamaño intermedio o compacto, dos buenas alternativas: el Peugeot 307 CC, que acaba de sumar una mecánica 1.6 de 110 CV a las precedentes de 136 y 180 CV, desde 22.800 y hasta 27.800 euros. Exhibe techo rígido eléctrico, cuatro plazas, buen maletero y excelente comportamiento. El VW New Beetle Cabrio, a partir de 23.840 euros, indicado para nostálgicos, se ofrece ahora con una mecánica turbo de 150 CV, que completa las opciones de gasolina de 102 y 115 CV, y el turbodiésel TDI, de 100 CV. Su habitáculo es de cuatro plazas y su techo motorizado, de lona.
En el estrato más exclusivo tomen nota: BMW 645i Cabrio, a partir de 89.000 euros y ya a la venta. Disfruta de cuatro plazas, un avanzadísimo tren de rodaje, motor 4.4 V8 de 333 CV y techo de lona eléctrico. Más barato, el nuevo Mercedes SLK, desde 39.300 euros y hasta 72.300, comprende opciones de 163, 272 y 360 CV con cambio automático de siete marchas. En octubre saldrá a la venta. Todo en él es nuevo y, aunque supera por completo a su antecesor, mantiene su techo duro automático, que ahora tarda 22 segundos en replegarse.
Cadillac XLR y Porsche Carrera Cabrio son el no va más. El primero, recién estrenado, biplaza, de capota dura eléctrica y con motor V8 de 326 CV, cuesta 99.500 euros. El motor bóxer trasero de 320 CV y el chasis de carreras del Porsche lo dicen todo. Un caramelo de techo eléctrico de lona por 94.300 euros.
Descapotables con techo rígido
La dualidad techo duro o techo de lona no es nueva. De hecho, hay precedentes de descapotables con capota rígida muy antiguos, como el Peugeot 301 Eclipse, que data de los años treinta del pasado siglo. Los detractores de esta arquitectura critican la complejidad y elevado coste del mecanismo que exige, junto al mayor espacio que requieren las capotas una vez recogidas.También le achacan que la estanqueidad al agua, el frío y el calor y la insonorización no son necesariamente mejores, sobre todo en aquellos modelos más exclusivos.En éstos, las cubiertas de lona, de tres y hasta cuatro capas de tejido, dotadas de firmes armazones interiores perfectamente camuflados, logran un enorme confort de marcha y también se repliegan y extraen de forma eléctrica lo que garantiza una total ausencia interior de agua.Como necesitan de un espacio menor para plegarse permiten habitáculos más amplios pero, eso sí, en ocasiones no consiguen la rigidez estructural de los equivalentes de techo cerrado. Son más sensibles a robos y su mantenimiento -limpieza, caducidad...- también es mayor.