Aumentan los controles en fronteras y transportes tras los atentados
El atentado del 11-M y la explosión de Leganés en la que se inmolaron cinco terroristas islámicos han llevado a aumentar la presencia policial en las fronteras que separan Ceuta y Melilla de Marruecos, origen de los activistas, y en los medios de transporte. En ambas ciudades se controla el paso fronterizo, por carretera, aire y mar. El delegado del Gobierno en Melilla, Arturo Esteban, afirmó ayer que sólo pasan 'personas perfectamente documentadas', al tiempo que pidió a los responsables comerciales y empresariales 'comprensión' por las medidas adoptadas.
La frontera ceutí de Tarajal, por donde diariamente transitan 20.000 personas, es la sometida a controles más férreos. En el puerto de Ceuta todos los equipajes pasan por escáner. Para fortalecer la seguridad en el metro de Madrid, la policía municipal patrulla por la red por primera vez. El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón afirmó ayer que desempeñan las funciones que el Ministerio de Interior les encomienda.
Ayer se suspendió por motivos de seguridad la facturación de equipajes en la estación de Nuevos Ministerios en dirección al aeropuerto de Barajas. Con ello se evita que las maletas viajen en los trenes sin pasar ningún control, ya que éste no se practica hasta el aeropuerto.
El Gobierno y la Comunidad de Madrid firmaron un acuerdo de colaboración para mejorar la coordinación ante situaciones de crisis. El convenio, que debía de haberse firmado el 12 de marzo, prevé los supuestos de terrorismo, problemas sanitarios y alimentarios.