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Stephan Hart Pallavicini

'Debemos demostrar a los clientes que somos solventes'

Stephan Hart (Salzburgo, Austria, 1960) confía en el futuro de Babcock Borsig España, compañía fabricante de bienes de equipo. El vicepresidente de esta sociedad, ahora propiedad del grupo austriaco ATB, quiere que la firma vasca, tradicionalmente tutelada por el grupo público SEPI, transmita a sus clientes la imagen de una compañía 'estable y solvente' para que se asiente definitivamente en el mercado de su sector. Desde luego, tiene bastante tarea.

Han comprado una sociedad con problemas. ¿Cómo los solucionarán?

Cerramos el contrato de compra el 30 de enero pasado y tenemos varios frentes que abordar. Primero, y el más importante, es analizar la compañía, y para eso contamos con el apoyo de Roland Berger. El diagnóstico que se haga, una vez realizadas las consultas con el comité de empresa, servirá para crear una compañía autónoma pero dentro del mercado, una situación que no se da en la actualidad.

¿Cuándo esperan cerrar este análisis?

El objetivo es que concluya a finales de mes y luego adecuar la empresa.

¿De qué manera?

Debemos cerrar un pacto, bueno para todos, a muy corto plazo con los sindicatos para cerrar el ajuste laboral y las prejubilaciones.

¿Han cuantificado el coste del ajuste?

Todavía no. Dependerá de las conclusiones que salgan del estudio.

¿Qué perciben los clientes de Babcock?

Estamos trabajando con ellos y participando en concursos de adjudicación. Pero es necesario transmitirles una buena imagen de empresa. Eso conlleva un acuerdo para cerrar el ajuste laboral y dar así credibilidad. No podemos transmitir mensajes negativos al mercado. Tenemos que demostrar que somos una firma estable y solvente.

Usted se ha centrado en los temas laborales. ¿Qué puede comentar de los financieros?

Tenemos un balance muy saneado con los compromisos de la SEPI de aportación de fondos y contamos con los avales financieros necesarios para afrontar nuevos proyectos.

¿Cuál es la cartera de pedidos de Babcock en la actualidad?

Alrededor de 50 millones, pero es una cartera heredada de los anteriores propietarios. Las ofertas que estamos realizando para conseguir nuevos contratos no entrarán en balance hasta dentro de año y medio.

Sí, pero ATB se comprometió a aportar horas de trabajo...

Sí, es cierto. Trabajamos en proyectos en Alemania y Austria que podrían venir a España. En cualquier caso, en el acuerdo sellado con la SEPI nos comprometimos a trasladar hacia España 200.000 horas de trabajo en tres años.

¿Con cuántos trabajadores esperan contar teniendo en cuenta que la plantilla supera las 650 personas?

Dijimos que el nivel de empleo será de 440 personas a final de 2007. A la vez anunciamos que mantendríamos un balance con los suficientes propios para garantizar la actividad de la compañía.

¿Venderán Isotron y Babcock Montajes, filiales de Babcock?

Nuestro grupo no está concentrado en estos negocios y no sabemos si somos los propietarios adecuados para estas compañías. No hemos tomado una postura sobre este tema. Debemos meditarlo porque de nuestra decisión depende el futuro de 120 personas.

¿Tienen compradores para estas sociedades?

Sí, pero no debo dar sus nombres.

¿Me puede hacer un dibujo de Babcock ya integrada en el grupo ATB?

Será una empresa autónoma dentro de ATB, con sede en Bilbao, directivos españoles, aunque también habrá austriacos. Trabajará en sectores como la energía y medio ambiente, donde hay un importante nicho de negocio, y sus mercados serán España, Latinoamérica y Norte de África. Su facturación rondará los 150 millones de euros y deberá ganar un 5% sobre ventas.

¿Dígame algún motivo por el cual ATB compró Babcock?

La razón fundamental es entrar en España y en América Latina. No había posibilidad real de entrar en estos mercados sin contar con una empresa radicada en la zona.

¿Cómo es el grupo ATB?

Un grupo propiedad de dos personas con una facturación de 700 millones de euros, una plantilla de 4.000 personas e intereses en el sector de los pequeños motores eléctricos, energía y medio ambiente y máquina-herramienta.

Los pactos con la SEPI siguen vigentes

La mudanza que se va a producir en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) como consecuencia del próximo cambio de Gobierno no afectará a los acuerdos firmados entre ATB y el grupo público. Stephan Hart tiene claro que los acuerdos están para cumplirlos.Y para ello se agarra al documento, firmado ante notario el pasado 30 de enero, y que vincula a las dos partes. ATB, que abonó a Babcock Borsig, actualmente en suspensión de pagos, 500.000 euros por Babcock Borsig España, se comprometió a aportar cartera, mantener un balance saneado, realizar importantes inversiones y asumir una plantilla de 440 personas.La SEPI, como consecuencia de los acuerdos de privatización pactados con la Comisión Europea, deberá aportar 104 millones a la compañía vasca de bienes de equipos. El calendario de pagos tiene una vigencia de tres años desde la firma del contrato, y estará ligado a los resultados de caja negativos provocados por el ajuste laboral y a las inversiones que se vayan efectuando.

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