EE UU elegirá en la práctica entre Rato y Lemierre al director del FMI
Rato y Lemierre son los dos aspirantes oficiales a director del FMI. La candidatura bicéfala muestra la división de la UE y la creciente dificultad de Europa para mantener un cargo que ocupa desde 1944.
El proceso de selección del nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional cuenta ya con dos candidatos oficiales por parte de la Unión Europea. Rodrigo Rato, vicepresidente del Gobierno español en funciones, y el francés Jean Lemierre, presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), se convirtieron el sábado en los dos máximos aspirantes al puesto. Ahora, todo parece indicar que será Estados Unidos quien, con un gesto, encumbrará a uno o a otro.
'Ambos son excelentes', señaló Charlie McCreevy, ministro irlandés de Economía y presidente este semestre del consejo de ministros de Economía de la Unión Europea. El titular británico, Gordon Brown, en su condición de presidente del Comité Monetario y Financiero del FMI, se encargará ahora de tantear las posibilidades de éxito de cada uno de ellos, básicamente con Washington.
El veredicto se espera que llegue el 19 de abril, cuando los ministros se reúnan de nuevo en Londres para la asamblea general del BERD. Este calendario deja abierta la potencial incorporación de Rato a las listas del Partido Popular para las elecciones al Parlamento Europeo (el 13 de junio) si finalmente no es nombrado para el puesto en Washington.
'Europa no quiere presentarse imponiendo su candidato al resto', señala Rato
La UE, forzada quizá por sus propias divisiones en la carrera por el puesto, ha invertido el proceso de selección para hacerlo más digerible para el resto de socios del FMI. 'Europa no quiere presentarse como un grupo de países que quiere imponer su candidato', señaló Rato. 'El proceso va a ser más transparente que en ocasiones anteriores'. El tortuoso proceso revela las crecientes dificultades de Europa para preservar su derecho tácito a dirigir el Fondo Monetario a cambio de que EE UU presida el Banco Mundial. Las dos instituciones surgidas del acuerdo de Bretton Woods en 1944 han respetado siempre este reparto.
Pero 60 años después arrecian las voces a favor de un proceso más abierto y transparente en la selección de los respectivos directivos. Los dos últimos fiascos europeos han contribuido a esta crisis de credibilidad.
En el año 2000, la cualificación del primer candidato europeo, el alemán Caio Koch-Weser, fue considerada insuficiente por la Administración de Clinton. Alemania superó la humillación del veto estadounidense con un segundo candidato, Horst Köhler, que ahora ha abandonado el puesto para convertirse en candidato y previsiblemente nuevo presidente de Alemania.
Rato emergió entonces como un serio aspirante a tomar el relevo por parte de Europa. 'Para mí es un honor que mis colegas piensen que puedo asumir esa responsabilidad', agradeció el sábado el apoyo de los ministros de Economía de la UE. 'Tener la posibilidad ya es un honor', añadió, consciente de las dificultades que aún deberá superar para alcanzar el cargo.
División
Francia desea recuperar un puesto que ya ha ocupado en tres ocasiones. Su candidato, el actual presidente del BERD, cuenta con simpatías en la Administración de George W. Bush, aunque en su contra pueden jugar las tensiones diplomáticas entre París y Washington desde la guerra de Irak. El veto estadounidense sería el final de cualquier candidato, europeo o no.
Japón, segundo accionista del FMI, no tiene intención de presentar candidato y fuentes oficiales de Tokio se han inclinado a priori a favor de Lemierre.
En el seno del club europeo, Alemania parece apoyar al francés y Bélgica, Holanda y Luxemburgo, claramente al español.
La mayoría de los países piden recortar las ayudas europeas
La mayoría de los ministros de Economía de la UE se mostraron el sábado partidarios de jibarizar el presupuesto comunitario hasta dejarlo en el 1% del producto interior bruto.Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Suecia, Austria y Dinamarca criticaron el sábado la propuesta de presupuesto presentada por la Comisión Europea para el periodo 2007-2013, en la que se aspira a un techo de gasto del 1,24% del PIB.La única área susceptible de sufrir graves recortes es la de los fondos comunitarios, pues en 2002 un pacto franco-alemán garantizó el gasto agrícola al menos hasta 2013. Ambas partidas (agricultura y fondos) suponen el 60% del presupuesto. Al menos siete de los 15 socios actuales defienden una 'concentración' de las ayudas comunitarias en las regiones de los 10 países de Europa Central y del Este que ingresarán en la Unión el próximo 1 de mayo.La propuesta de la Co-misión prevé que el 50% de los fondos sigan destinándose a las regiones más pobres de los socios actuales, incluidas varias españolas (sin duda, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia).'El proyecto es ya un presupuesto de mínimos, mucho menor de lo que deseábamos', recordó a los ministros el presidente de la Comisión, Romano Prodi, según fuentes que asistieron al encuentro.El ministro español de Economía en funciones, Rodrigo Rato, coincidió en que 'el 1,24% de gasto es el nivel mínimo para responder a los desafíos de la UE en un momento en que se incorporan 10 países nuevos, la mayoría de ellos con una renta mucho más baja'.'La discusión continuará al menos durante un año', advirtió el titular irlandés, Charlie McCreevy, presidente de turno de la UE. 'Probablemente más'.