Homenaje a la sumiller del Casino de Madrid
María José Huertas tiene una pasión, el vino. Y desde hace cuatro años se la transmite a los comensales del restaurante madrileño La Terraza del Casino, del que es sumiller. Su recomendación: que se atrevan a probar zonas nuevas, que disfruten del vino como lo hace ella. Y lo hacen, porque cada vez más clientes confían en su criterio, que María José entiende como aportar su granito de arena a una cena o un almuerzo especial. Al reconocimiento de los clientes, esta sumiller de 32 años suma este año el de la crítica.
María José Huertas recibió ayer un homenaje en La Terraza del Casino tras haber obtenido el Premio Nacional de Gastronomía en la categoría de mejor sumiller. Un premio que para ella lo supone todo, incluso no dormir, confiesa. 'Disfruto mucho con mi trabajo, que reconozcan lo que haces es lo mejor que te puede pasar'. Ya el pasado año, el Club de Gourmets concedió a María José Huertas el Premio a la Sumiller del Año.
Los premios nacionales de gastronomía, otorgados por la Academia Española de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa, disfrutan de la más alta consideración en el mundo de la restauración y la gastronomía. Los críticos premian la labor del mejor jefe de cocina, mejor director de sala o mejor sumiller. En anteriores ediciones, han sido distinguidos en esta categoría Custodio López Zamarra (Zalacaín), José María López Querencias (Adolfo) o Luis Miguel Martín García (El Sumiller).
La distinción a la labor de María José Huertas refleja también la mayor aportación de las mujeres al mundo de la enología. La mejor sumiller del año recuerda que cuando realizó el curso de sumilleres en la Cámara de Comercio de Madrid participaban sólo cuatro mujeres; ahora, la proporción es de 50-50 en una clase de cuarenta. 'Por suerte, cada vez hay más mujeres dedicadas al mundo del vino', añade.
María José Huertas dirige una bodega con más de 500 referencias, de las que más de 300 son de denominaciones de origen españolas. Su máxima es probar siempre vinos nuevos, y en estos momentos, lo que más cata son vinos portugueses y alguno de la Provenza. Y, por supuesto, de todas las zonas de España, que nunca dejan de sorprenderla.