Aznar y Rajoy refuerzan la influencia de Acebes en la dirección del PP
El comité ejecutivo del PP dio ayer el visto bueno a la renovación del núcleo duro del partido, en el que el ministro en funciones Ángel Acebes refuerza su influencia personal por decisión expresa de José María Aznar y Mariano Rajoy.
Acebes no sólo ha sido señalado como el próximo secretario general del partido sino que ha situado como nuevo responsable de Organización al presidente de la Diputación de Ávila, Sebastián González, un hombre de su entera confianza. Esta provincia es considerada por muchos en el PP como la cuna del aznarismo y tiene como diputado al cirujano Feliciano Blázquez, por el que el presidente del Gobierno en funciones siente un gran aprecio por ser quien le apadrinó en su carrera política cuando ni siquiera había conseguido la presidencia de Castilla y León.
Aunque el nombramiento de Acebes como secretario general no se formalizará hasta el próximo congreso extraordinario, ya ha comenzado a conformar su equipo de dirección con una gran autonomía, como lo demuestra el hecho de que el propio Rajoy ni siquiera supiera responder ayer a la pregunta de si Sebastián González dejará la Diputación de Ávila para volcarse de lleno desde Madrid en la sede nacional del PP o, por el contrario, mantendrá el cargo institucional.
En el área de Comunicación queda situado otro hombre estrechamente ligado a Acebes como es el ministro de Justicia en funciones, José María Michavila. En Acción Sectorial, Rajoy ha colocado a la ministra de Sanidad en funciones, Ana Pastor, una mujer que ha seguido a la sombra del actual líder del PP toda su carrera ministerial. Como coordinador de Formación continúa el jefe de la campaña electoral de Rajoy, Gabriel Elorriaga, cuya gestión ha sido ampliamente contestada en su partido tras la derrota del 14-M.
La reestructuración del núcleo duro del PP se completa con la creación de un cargo a la medida para el jefe de Gabinete de Aznar, Carlos Aragonés. Ejercerá como liberado en las tareas que le encomiende Rajoy, por lo que no se verá obligado a departir a diario en el Congreso de los Diputados con los ex altos cargos del PP, incluidos numerosos ministros, que durante todos estos años le han considerado un 'superior' por su acceso directo a José María Aznar.
Rajoy intentó evitar ayer la sensación de que quien manda en realidad en el PP es Aznar. 'æpermil;l hará lo que sea mejor para el partido. Yo en este momento tengo las funciones de dirección. No hay ningún nombramiento que no haya sido una decisión enteramente mía', declaró.
En los diferentes escenarios que se manejan dentro del PP, la continuidad de Rajoy como líder del partido se condiciona al mantenimiento de su unidad interna y también al resultado de las elecciones europeas de junio. En el supuesto de que Rajoy arrojara la toalla, todas las miradas se volverían hacia Acebes, uno de los dirigentes que se barajaron como posible sucesor de Aznar.
Pendiente de despejar el futuro de Rodrigo Rato al habérsele complicado su carrera hacia el Fondo Monetario Internacional, el PP aun mantiene en el aire quien será su cabeza de cartel para las europeas. El plazo para presentar candidatos finaliza en mayo.
Zaplana cederá ante Camps
Rajoy dio a entender ayer que Eduardo Zaplana dejará la presidencia del PP valenciano para atender en exclusiva la portavocía del Grupo Popular en el Congreso. En esta nueva etapa, 'no quiero a nadie en más de un puesto', dijo Rajoy. Sólo hizo una excepción: la de Javier Arenas, que sumará a su cargo de vicesecretario general el de presidente del PP de Andalucía y la presidencia de la Unión Interparlamentaria Popular.Zaplana, enfrentado al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, tendrá que ceder a éste el control del PP en esta comunidad.