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CincoSentidos

Grego 2002 roble, un vino madrileño moderno

No es todavía muy habitual que los vinos madrileños ocupen la atención de los críticos vinícolas, y tampoco de los consumidores. Si bien es cierto que la Denominación de Origen Vinos de Madrid -que data de 1990- ha evolucionado positivamente, no lo es menos que todavía arrastran un cierto retraso respecto a otras zonas vinícolas.

Sin embargo, sí puede hablarse de bodegas que están apostando por la modernidad. Es el caso de Vinos Jeromín, una bodega con cerca de un cuarto de siglo a sus espaldas, que ha conseguido posiciones de cabeza entre las bodegas madrileñas.

Pertenece a la subzona de Arganda (que junto a Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias conforman los tres ámbitos de producción de la denominación de origen, todas en la franja sur de la comunidad autónoma), una comarca que concentra la mayor parte de los 32 elaboradores acogidos a esta denominación.

Ubicada en Villarejo de Salvanés, cuenta con 50 hectáreas de viñedo propio en las que se cultivan variedades clásicas como tempranillo, garnacha o airén con novedosas plantaciones de cabernet o syrah.

A partir de ellas producen una amplia gama que ha tenido un buen éxito comercial (Puerta de Alcalá, Puerta del Sol), y en los últimos tiempos también se han decantado por propuestas más innovadoras (la más destacable es el Manu Vino de Autor) como este Grego 2002 roble, elaborado con tempranillo y syrah.

Envejecido durante cerca de cuatro meses en barricas de roble americano y español, es un vino frutal (sobresalen los frutos rojos) y perfumado, con aromas balsámicos y notas tostadas y especiadas de su crianza en madera.

Amplio en boca, con buena estructura y taninos marcados, tiene un largo y agradable final. Salió al mercado a finales de 2003, y se comercializa a 7,5 euros.

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