El beneficio obtenido en España supera en un 15% el total de Telefónica Móviles
En toda cuenta de resultados, hay filiales que suman y otras que restan. En Telefónica Móviles, está claro que la primera de la lista de las que contribuyen positivamente es la participada española. Gana más que todo el grupo junto y sus beneficios permiten financiar el crecimiento en países como México o Marruecos.
La filial española de Telefónica Móviles demostró el año pasado su condición de líder indiscutible y motor de la compañía. Aportó el 74,4% de los ingresos del grupo y el 88,3% del Ebitda, según publicó la empresa en los resultados anuales. Pero lo que no se sabía era la contribución de España al beneficio neto, algo que el informe anual de Telefónica Móviles se ha encargado de divulgar.
El negocio español generó unos beneficios de 1.856,6 millones de euros en 2003. El grupo Telefónica Móviles, mientras, ganó 1.607,9 millones ese mismo año. Es decir, la filial española es responsable del 115,5% del beneficio neto total, ya que el resultado del grupo está afectado por las pérdidas de otras participadas.
Los números negros sobrantes de España han tenido como principal destino México, donde la expansión y el crecimiento del negocio se ha hecho a costa de fuertes pérdidas. Así, Telefónica Móviles México se dejó 530 millones el año pasado, sin por ello afectar a los resultados del grupo.
El resultado total del grupo celular se ve reducido por las pérdidas de las filiales mexicana y marroquí
También en Marruecos se han utilizado beneficios de España para compensar pérdidas. La operadora Médi Telecom ha logrado la rentabilidad operativa, pero los números negros en la última línea de la cuenta de resultados tomarán todavía su tiempo. A cierre de año, el déficit de la filial marroquí ascendía todavía a 123,8 millones de euros, con una reducción del 26% con respecto a los números rojos de 2002.
Las nuevas filiales nacidas al calor de la burbuja tecnológica, como Mobipay o Telefónica Móviles Interacciona, también restan al resultado total, pero hay otras que ayudan a la participada española en la suma. El negocio argentino y el peruano, por ejemplo, aportan beneficios, además de la mayoría de las empresas brasileñas, con la excepción de la más grande, Telesp Celular.
Más participación en Puerto Rico
Lo que no distorsionará mucho la cuenta de resultados de Telefónica Móviles es la mayor participación del grupo en la filial de Puerto Rico. Hasta ahora, Móviles sólo gestionaba la compañía, pero en cuanto tenga los permisos necesarios pasará a controlar un 50,1% que estaba en manos de Telefónica Internacional. Las pérdidas de esta operadora, sin embargo, ascienden tan solo a 95.000 euros.
El informe anual no se limita a dar los resultados financieros de las filiales. También, y a la luz de la nueva regulación española, hace pública la participación en el capital del presidente, Antonio Viana-Baptista, de empresas competidoras de Telefónica Móviles. Y, aunque la cartera de Viana no es muy abultada, sí está repartida e incluye uno de los principales competidores de su operadora, Telecom Italia, donde tiene menos del 0,01%. El presidente también participa en Telefónica, en Hellenic Telecom y en la socia brasileña de Móviles, Portugal Telecom.
La operadora pagará 815 millones por Movicom
La ronda del presidente de Telefónica, César Alierta, por los países latinoamericanos donde están los principales activos de Bellsouth va añadiendo detalles a la operación. Hasta ahora, sólo se conocía el montante total máximo de la compra -5.850 millones de dólares-, pero Alierta ha comenzado a desglosarlo. La filial argentina costará casi 1.000 millones de dólares -unos 815 millones de euros-, según aseguró. 'Para nosotros, la operación de compra de Movicom, que va a suponer casi 1.000 millones de dólares, significa redoblar nuestra confianza en Argentina', señaló en rueda de prensa, en declaraciones recogidas por La Nación.Desde las autoridades del Gobierno, la compra se ve con buenos ojos. El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, afirmó que no habrá trabas regulatorias, al menos desde las telecomunicaciones. Queda pendiente el veredicto de Competencia.