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La multinacional de los microcréditos se diversifica

España aporta fondos para el desarrollo en otros continentes a los que se puede aplicar la idea del microcrédito'. El economista Muhammad Yunus, reconocido internacionalmente por extender el sistema de microcréditos como fundador del Grameen Bank (el banco de los pobres), cree que España puede ser una plataforma que canalice, por su situación e influencia en el norte de África y Latinoamérica, la idea del acceso de los más pobres al sistema financiero.

Muhammad Yunus (Bangladesh, 1940) se encuentra estos días en España, invitado por la Fundación Magdala, como escala de una gira para promocionar su concepto financiero por el mundo. Este consiste en conceder préstamos sin avales y a un bajo interés a la población más pobre, fundamentalmente mujeres. 'Se trata de alcanzar uno de los objetivos señalados por la ONU en la Cumbre del Milenio del año 2000, reducir a la mitad la pobreza en el mundo para 2015', asegura.

Una vez que se ha roto el círculo vicioso de la pobreza y se ha asegurado un nivel de riqueza mínimo a la población más desfavorecida, se trata de satisfacer nuevas necesidades. Por tanto, una vez consolidado el banco, Yunus buscó fórmulas para mejorar la calidad de vida de sus prestatarios. Además de programas de educación y formación, salud, jubilación, pensiones y otros temas sociales, sus miras se diversifican hacia las nuevas tecnologías, como el Grameen Cybernet y Grameen Information Highways, enfocadas a hacer accesible a los países en desarrollo la sociedad de la información. Además, Grameen Telecom ha hecho llegar teléfonos móviles a más de 2.000 aldeas en Bangladesh. El 85% de las aldeas bengalíes no tienen electricidad, así que Grameen Shakti (para el desarrollo de las energías renovables) ha instalado paneles solares. Grameen Communications también está llevando internet a todos estos lugares. Se pretende así 'abrir las puertas a todo tipo de oportunidades de negocio... todo es posible'.

El sistema Grameen ha sido adoptado en más de 60 países de todo el mundo, donde ya cuentan con instituciones de microcrédito en sus áreas más deprimidas. Y no sólo en países del Tercer Mundo, también se han puesto en marcha proyectos en Canadá, Estados Unidos y en Europa. Concretamente, en España, la Caja de Granada, a través de su obra social, ha puesto en marcha este sistema. Es condición imprescindible para acceder a los créditos que ofrece la caja que el solicitante no posea ningún bien u otro tipo de aval que pueda garantizar el crédito en el sistema bancario convencional y está encaminado fundamentalmente al autoempleo: desde montar un bar o una pequeña tienda hasta establecer un autolavado de coches, por ejemplo. La cuantía media de estos créditos está en torno a 9.000 euros.

Aunque se reúne con cierta asiduidad con representantes de la banca convencional, 'el nuestro es un tipo de banca que tiene poca relación con la tradicional', asegura Yunus. 'No obstante, sí depositamos en ella algunos de nuestros superávit'. Porque el Grameen Bank, que funciona con recursos propios, es un banco que obtiene beneficio: 11 millones de dólares el año pasado.

La Fundación Magdala, patrocinadora de la visita de Muhammad Yunus, está presidida por Pilar de Vicente y fue constituida en 2000. Sus objetivos, coincidentes con la filosofía extendida por Yunus, son favorecer el desarrollo sostenible de la población más necesitada, con la mujer como prioridad, especialmente en América Latina, mediante la generación de proyectos de desarrollo integral.

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