Londres tardará un año más en decidir si deja la libra por el euro
El Ministro de Hacienda británico Gordon Brown presentó ayer el presupuesto laborista, sin la esperada subida de impuestos, y aplazó un año más la decisión de entrar en la unión monetaria europea.
El ministro de Economía británico, Gordon Brown, presentó ayer los octavos presupuestos del Gobierno laborista, en los que, una vez más, se vuelve a aplazar la decisión de entrada de Reino Unido en el euro. Sobre el posible ingreso británico en el euro, Brown confirmó que en 2004 no se volverán a evaluar los criterios de convergencia económica con la eurozona, tras anunciar en junio pasado que este país no cumplía las condiciones para desechar la libra esterlina.
El ministro señaló que el próximo año habrá una nueva revisión de las condiciones para adoptar la divisa europea, toda vez que dejó la puerta abierta a la celebración de un referéndum sobre el euro antes de las próximas elecciones generales, previstas para 2005 o 2006.
El ministro presentó con tono triunfal los logros alcanzados, con reducciones en los niveles de desempleo e inflación, y predijo un crecimiento de la economía para el presente ejercicio del 3,5%, 'muy por delante del 1,7% que se espera en la eurozona y del 2,8% previsto en Japón'.
Ante una abarrotada Cámara de Los Comunes, Brown señaló que Reino Unido vivía el mayor crecimiento sostenido de la economía desde hace 200 años. En los presupuestos de este año se esperaba el anuncio de una fuerte subida de impuestos, pero Brown parece haber retrasado esta cuestión hasta después de las próximas elecciones generales, previstas para el próximo año.
El ministro prometió más inversión para mejorar los deteriorados servicios públicos británicos, sobre todo en salud y educación. Para ello, el Gobierno tendrá que incrementar sus números rojos en el ejercicio que se cerrará en marzo de 2005 en 4.300 millones de euros más de lo previsto, hasta 37.000 millones de libras (53.500 millones de euros), alrededor del 3,4% del PIB esperado.
Congelación de impuestos
Asimismo, anunció un recorte de cerca de 40.000 funcionarios de la Administración durante los próximos tres años. Brown dijo que se mantendrán sin cambios los gravámenes que afectan a las empresas, las ganancias de capital, las escrituras de la vivienda y los aeropuertos. También se congelarán los impuestos sobre el vino y licores, si bien se incrementarán ligeramente los de la cerveza y el tabaco.
El responsable de Economía recibió las críticas del líder de la oposición conservadora, Michael Howard, quien habló de un 'presupuesto de tarjeta de crédito'.
Despido de 40.000 funcionarios
El anuncio de Gordon Brown de 40.000 despidos en el sector público en los próximos tres años ha sido recibido, por el momento, con relativa calma. El ministro de Economía espera lograr unos ahorros de 20.000 millones de libras (28.500 millones de euros) con estos recortes. La eliminación de unos 10.000 empleos se producirá con la simple fusión de los departamentos administrativos de Aduanas y Hacienda.Mark Serwotka, presidente del Servicio Público y Comercial (PSC, en sus siglas en inglés), describió la medida como inaceptable. Pero la presidenta de la Cámara de Comercio Británica, Isabella Moore, alabó la decisión y señaló que serviría para reducir la presión del sistema de impuestos aplicado a las empresas.Los analistas económicos consultados se mostraron de acuerdo con las expectativas de crecimiento de Gordon Brown.