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11-M

Las urnas, bálsamo para El Pozo del Tío Raimundo

Los domingos hay mercadillo en El Pozo del Tío Raimundo. A pesar de los atentados, cientos de personas recorrían ayer el rastro de este barrio obrero de Madrid, cercano a la estación donde el jueves 67 personas perdieron la vida a causa de las explosiones. Tras varios días grises y lluviosos, por fin ha salido el sol.

'¡El económico, todo a seis euros!'. En los puestos de música suena flamenco, hay tiendas de ropa de marca desconocida, tenderetes con frutas, verduras. Unas mujeres se enzarzan en una discusión: '¡Que esta señora se me quiere colar!', dice una. '¡Que haya paz, que haya paz, que llevamos dos días de luto! ¡Nueces para el cutis!', responde tras el mostrador una mujer gitana.

Muchos vecinos acuden a votar con el carrito de la compra. José Zafra del Olmo, de 79 años, se dirige hacia el instituto García Morente a ejercer su derecho. Apoyado en su garrota saluda a los vecinos. '¿Qué pasa, Pepe? ¿Qué tal el chaval?', preguntan. 'Mejor, ayer le vi y estaba mejor, el otro día tenía los ojos... así de hinchados, no se le veían', contesta Zafra. Su hijo está hospitalizado. El jueves se encontraba en uno de los vagones que explotaron entre las siete y media y las ocho de la mañana. 'Tuvo suerte, tuvo suerte. Saltó por una ventana', comenta José Zafra, que no quiere seguir hablando del tema. 'Voy a votar a los socialistas, eso sí lo puedes poner, no le tengo miedo a nadie. No puede salir otra vez él', dice. Su hijo iría a votar un par de horas más tarde al mismo colegio, trasladado en una ambulancia desde el Hospital 12 de octubre. Si quieren saber cómo lo hizo, sólo tiene que pasar esta página. Pero antes, sigamos recorriendo Vallecas.

'Estoy en contra de la guerra', dice una interventora del PP

En las pasadas elecciones municipales la izquierda consiguió aquí el 83,9% de los votos. En el barrio viven 2.020 familias, entre 10.000 y 11.000 personas, según Gabriel del Puerto, presidente de la Asociación Vecinos de El Pozo del Tío Raimundo. Una plaza con un monumento y una avenida con su nombre mantienen viva la memoria del padre Llanos, que a finales de los años sesenta impulsó la zona, fundó cooperativas y escolarizó a decenas de niños. 'Somos un barrio humilde, pero también rebelde', dice Del Puerto, que porta una tarjeta del PSOE.

Seguimos en Vallecas. En la estación de Santa Eugenia decenas de vecinos se acercan a dejar flores y encender velas en memoria de las víctimas: 16 personas murieron el jueves cuando reventó un vagón del tren número 21.713. La gente escribe mensajes de solidaridad y de paz; varios apuntan a Aznar como culpable de la tragedia. Al colegio Ciudad de Valencia se acercan familias enteras a votar. Maite, tesorera de la Asociación Vecinos La Colmena, explica que en el barrio viven 25.000 personas y que, al contrario de lo que se ha publicado, 'éste no es un barrio obrero, es de clase media; el porcentaje de paro coincide con la media nacional'. De su cuello cuelga una identificación de Izquierda Unida. 'Esta vez han venido menos interventores del PP, se les ve menos prepotentes'.

La estación de Atocha acoge varios rincones en los que la gente ha ido depositando mensajes de apoyo a las víctimas. A las 7.39 del jueves tres vagones de un tren que se disponía a entrar en la estación y otros cuatro de otro tren cercano al primero, frente a la calle Téllez, explotaron y se llevaron la vida de más de 100 personas. Ayer, 10.398 vecinos estaban llamados a votar en el colegio público Menéndez Pelayo, cercano a la estación. En los últimos años el PP ha sido la formación más votada. Una interventora de este partido afirma que la afluencia de votantes es superior a la registrada en pasadas elecciones. 'Soy católica y estoy en contra de la guerra', afirma. 'Se puede estar en desacuerdo con el líder de tu partido ¿no?'. Un compañero añade: 'Ha sido una decisión de Gobierno, es normal que un país que sufre el terrorismo se alíe con EE UU'.

Jornada tranquila tras el sufrimiento reciente

Los colegios electorales visitados para realizar esta información no registraron altercados destacables, según los interventores consultados.Los vecinos de El Pozo, Santa Eugenia y los que acudieron al colegio Menéndez Pelayo, cercano a la estación de Atocha, lo hicieron sin acritud y sin elevar la voz. La mayoría de las quejas se refirieron al tamaño de las papeletas para votar al Senado.Según el Ministerio del Interior, a las 18.18 horas de ayer el 63,26% de los votantes de Villa de Vallecas -donde está la estación de Santa Eugenia- había ejercido su derecho, 7,58 puntos porcentuales más que en 2000. En Puente de Vallecas, donde está El Pozo del Tío Raimundo, esa diferencia era del 7,11. En Retiro, donde se encuentra la estación de Atocha y la calle Téllez, había votado el 66,89% del electorado, frente al 61,34% del año 2000.En Alcalá de Henares, de donde procedían un gran número de muertos y heridos en los trenes, a esa hora de la tarde había votado el 61,86%. Cuatro años antes ese porcentaje era del 53,73%. En Coslada, municipio que ha perdido también a un buen número de vecinos en los atentados, la diferencia era de 8,26 puntos.

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