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Motor

Volkswagen eliminará 5.000 empleos y no descarta que el ajuste afecte a Navarra

El grupo Volkswagen ha anunciado que va a eliminar 5.000 empleos hasta 2005 como parte de un programa, llamado Formotion, con el que prevé ahorrar 2.000 millones adicionales el próximo año. Esta cantidad se suma a otros 2.000 millones de ahorro ya previstos por la empresa.

El presidente del mayor fabricante europeo, Bernd Pischetsrieder, rechazó especificar, sin embargo, en qué medida se va a ver afectada la planta navarra de Landaben, ya que, en respuesta a las preguntas de los periodistas, afirmó que una conferencia de prensa no es lugar para anunciar 'estas decisiones' y que 'será cometido de cada uno de los directivos' anunciar los despidos.

Landaben, que en la actualidad emplea a 4.500 personas, ha sufrido el descenso de las ventas del grupo. La fabricación de vehículos en esta factoría cayó un 5,6% en 2003. Y para 2004, el grupo había presupuestado, en un primer momento, sacar a la calle 239.500 automóviles, aunque con posterioridad ha rebajado ese presupuesto a 233.000, el 4,5% menos que para 2003. Además, Seat emplea a otras 12.000 personas y a centenares más en las filiales comercializadoras.

Pischetsrieder se limitó a comunicar, durante la conferencia de prensa anual del grupo, que entre 2.000 y 2.500 de estos puestos desaparecerán en Alemania.

El plan Formotion permitirá el ahorro de 2.000 millones adicionales

Los 5.000 despidos anunciados se centran en empleos que la dirección calificó de 'indirectos', es decir, aquellos que no están directamente relacionados con la fabricación de automóviles (oficinas, servicios centrales, etc.). Se excluyen así los trabajadores de las líneas de montaje, lo que, en principio, podría ser una buena noticia para la mayor parte de los empleados de Volkswagen Navarra. Esta reducción de fuerza laboral supondrá, de cumplirse las previsiones de la compañía, un ahorro de 600 millones.

El recorte de costes, sin embargo, sólo será una de las siete patas sobre las que se sustentará el plan Formotion. Hay otras medidas que se refieren a los gastos generales. La reducción de los costes generales de producción conllevaría un ahorro de 800 millones; el control de las inversiones para lanzar nuevos modelos aportaría unos ahorros potenciales de 250 millones.

En el capítulo de los ingresos se prevén medidas para mejorar las ventas, obtener más rendimiento al negocio de accesorios y de recambios, reorganizar el servicio de atención al cliente y sacar más partido a los coches de segunda mano y de ocasión. Volkswagen calcula en 300 millones los ingresos potenciales que podrían proceder de este capítulo. Otros 250 millones extra de facturación provendrían de la explotación de los servicios financieros, de la división de vehículos comerciales y del crecimiento de las ganancias de las filiales de fuera de Alemania. En conclusión, Pischetsrieder espera que estas medidas permitan mejorar el 'insatisfactorio' resultado operativo de 2.500 millones logrado en 2003, un objetivo que el propio presidente calificó de 'ambicioso'.

El mercado recibió ayer estos planes con una caída del 2,6% en la cotización de la compañía, que se elevó hasta llegar al 3,07% al cierre. En esta caída influyó, además, el pesimismo mostrado por el directivo muniqués, quien anunció un 'pésimo' comienzo de 2004, peor incluso que 2003, si bien matizó que el grupo no ha llegado a incurrir en pérdidas. Este mal comportamiento procede de la mala situación de los mercados; por el inicio de la producción de nuevos modelos, como el Audi A6, el Seat Altea, el Volkswagen Caddy o el Skoda Octavia; y por la presión de los precios.

El euro pasa factura a los resultados

Bernd Pischetsrieder se mostró ayer 'insatisfecho' con los resultados alcanzados por el grupo, un mal comportamiento provocado, según su discurso, por la baja demanda, la coyuntura internacional y por el alza del euro, que le costó 3.500 millones en 2003.El directivo bávaro se mostró mucho más pesimista que sus rivales al asegurar que, por el momento, no ve una recuperación económica que provoque una reactivación de la demanda. Es más, Pischetsrieder acusó al sector de haber 'sobreestimado' las posibilidades de una recuperación económica y declaró que el grupo está preparado 'para el peor de los escenarios posibles'.En los dos primeros meses del 2004, Volkswagen ha vendido el 6% menos, hasta 689.000 coches. Aun así, el directivo destacó el esfuerzo para estar 'presentes en todos los segmentos de negocio' y el incremento de una décima en la cuota de mercado mundial registrado en 2003.

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