El fin del cocinero en casa
Si los pronósticos del cocinero catalán Ferran Adrià son ciertos, tal vez dentro de unos años el único lugar donde puedan degustarse unas lentejas recién hechas sea en un restaurante. 'En las casas, la cocina de preparación se va a acabar', aseguró ayer en Barcelona el propietario del restaurante El Bulli, de Roses (Girona). 'A quienes me dicen que no puede ser, les pongo el ejemplo de los helados, los compramos hechos y a nadie le parece raro', explicó.
A juicio de Adrià, con las comidas que requieran mucho tiempo de elaboración ocurrirá lo mismo, que será normal comprarlas ya preparadas.
La incorporación de la mujer al trabajo es el principal factor que hará que en las cocinas de las casas triunfen aquellos platos que combinen rapidez con calidad. El futuro, según Adrià, es de lo que él denomina 'la cocina del ensamblaje'. Con esta etiqueta define la comida que surge de la mezcla de un plato que se ha comprado ya elaborado 'al que se da un toque personal'. Como ejemplo citó una sopa o una crema precocinada a la que una vez en casa se le añaden unos espárragos.
A pesar de que pueda parecer contrario a sus intereses como empresario de la restauración, Adrià pronosticó el aumento de la costumbre de cenar en casa 'por motivos económicos'. No ocurrirá lo mismo con la comida fuera del hogar al mediodía 'que parece que no hay más remedio que mantener'. Según reconoció el cocinero catalán comer en casa es cinco veces más barato que hacerlo fuera. 'Una comida que nos cuesta 50 euros en un restaurante, podríamos tenerla en casa por 10, no nos damos cuenta de lo caro que es ocupar una silla en un local del Paseo de Gracia Barcelona'.
Adrià intervino junto al cocinero vasco Juan Mari Arzak en un debate sobre La nueva cocina en casa organizado por Kaiku en la capital catalana. Tanto Arzak como Adrià aseguraron que no es cierto que ahora se coma peor que antes. 'Antes en un supermercado había 300 productos y ahora, 8.000, alguno habrá bueno ¿no? Si se quiere es posible comer mejor', aseguró el cocinero catalán. Por su parte, Arzak explicó una anécdota para ilustrar lo fácil que puede ser hoy en día comer bien. Contó que durante un curso de cocina utilizó el término creación al referirse a uno de sus platos. Una de las mujeres presente, una señora mayor, replicó: '¿Creación?, eso lo hacíamos antes, cuando de una cosa que no se podía comer hacíamos algo comestible'.