Un muro contra la publicidad
Resulta paradójico, pero cualquier ciudadano que no quiera recibir publicidad en su domicilio debe inscribirse en un registro. Las listas Robinson son un fichero precisamente para quienes no quieren figurar en ninguno. Promovidas por la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo (Fecemd), estas listas, que pueden ser elaboradas en el ámbito interno de una entidad o a través de una asociación o de un grupo de empresas, se enmarcan en el ámbito de la publicidad personalizada, y ofrecen a los consumidores que lo deseen la posibilidad de ver reducido sustancialmente el número de envíos publicitarios en sus buzones. Para ello es necesario darse de alta. La más numerosa, creada en 1992, es la lista de la Fecemd, donde se agrupa más del 90% de las empresas del sector.
También es una paradoja que las empresas que se dedican al marketing directo y al comercio electrónico sean las primeras interesadas en promover estas listas de personas poco receptivas a los mensajes promocionales, ya que evitan que la publicidad que envían se pierda con consumidores que no tienen el más mínimo interés por ella.
Ahora bien, las listas Robinson no eliminan el buzoneo de impresos sin dirección, revistas gratuitas y, en general, la publicidad de empresas no adheridas a este servicio.
Después de 12 años funcionando, el fichero Robinson de España es el más pequeño de Europa
Aunque se trate simplemente de una relación de personas que no quieren recibir publicidad, es un fichero y, por tanto, 'está sometido a la Ley Orgánica de Protección de Datos, los datos deben recabarse con el consentimiento de los interesados y no deben utilizarse para ningún otro fin', señala José Luis Piñar Mañas, director de la Agencia de Protección de Datos. Además, el fichero debe estar inscrito en la Agencia de Protección de Datos. De hecho, hay varias listas Robinson.
En España existen actualmente 31.176 robinsones, principalmente de Madrid y Barcelona. ¿Pocos? Según para quien. Mar Moya, directora de la Fecemd, cree que 'a los ciudadanos, en el fondo, no les molesta la publicidad, siempre que reciban la adecuada'. Afirma también que, contrariamente a lo que se pueda pensar, el consumidor español es bastante exigente, aunque 'no sea consciente de ello'. Por su parte, Ángel González, director de Data Segmento, compañía especializada en la creación de bases de datos a medida, señala que la puesta en marcha de las listas Robinson 'es una excelente idea para respetar los derechos de los ciudadanos' y si no hay más gente dada de alta es 'porque se conoce poco su existencia'.
Lo cierto es que, después de 12 años funcionando, el fichero Robinson de España es el más pequeño de Europa, con menos del 0,1% de la población inscrita, frente a Gran Bretaña, con el 2%; Holanda, con el 1,53%; o Suiza, con el 1,47%.
Las empresas de publicidad directa deben asegurarse de que los listados de direcciones que emplean han sido enfrentados con las listas Robinson. No obstante, si una vez dado de alta, y transcurridos de tres a seis meses, el interesado sigue recibiendo publicidad, tiene la posibilidad de dirigirse a la Agencia de Protección de Datos, que puede abrir una investigación para averiguar lo que realmente ha ocurrido y, a la vista de ello, archivar el caso o iniciar un expediente.
Una vez constatado que existen indicios de que se ha producido una infracción, la agencia debe resolver el asunto en seis meses. La sanción económica depende de la infracción y las multas oscilan de 600 a 600.000 euros, según la gravedad.
No obstante, sobre listas Robinson, la Agencia de Protección de Datos no ha recibido demasiadas quejas, aunque sí sobre tratamiento de datos sin consentimiento. En más de una ocasión, José Luis Piñar Mañas ha declarado que el mayor riesgo para nuestros datos personales es ignorar cómo se usan. 'Me gusta resaltar que el primer defensor de nuestros derechos debe ser el propio ciudadano'.
Resalta, además, que el consumidor español es poco exigente. 'Creo que todavía no hay una conciencia consolidada de la importancia que tiene hacer valer el derecho a la intimidad, a la privacidad y a la protección de datos. Todavía se facilitan datos con demasiada frecuencia, sin demasiadas cautelas, a veces incluso con cierta ingenuidad'.
Dicho esto, el director de la Agencia de Protección de Datos subraya que, en muchas ocasiones, el ciudadano no puede ni siquiera reaccionar, porque no sabe a ciencia cierta qué es lo que se está haciendo con sus datos, quién los tiene, para qué, por qué y cómo se están gestionando o cediendo.
a tener en cuenta
l Las listas Robinson son un servicio gratuito que se puede solicitar llamando al teléfono 932 402 707 o rellenando el cupón de la página web de la Federación de Empresas de Comercio Electrónico y Marketing Directo (www.fecemd.org).l El servicio de listas Robinson ofrece también la opción listas de preferencia, en las que se pueden inscribir las personas que quieran recibir más publicidad, en particular la relacionada con determinados temas que el interesado debe especificar (moda, deporte, turismo, hogar, deportes, etc.). El número de adscritos a estas listas no supera el millar.l En un plazo de tres a seis meses, las personas que lo hayan solicitado dejarán de recibir envíos publicitarios por correo.