_
_
_
_
æscaron;ltima

El pequeño comercio huye del centro de París

La ciudad más visitada de Europa se vacía. No de turistas, que acuden igual de hipnotizados por la belleza y la oferta cultural de París, sino de vecinos e inquilinos. La carencia de pisos vacíos de alquiler y el inaccesible precio del metro cuadrado (3.850 euros, y sigue aumentando) están provocando el éxodo progresivo de la clase media hacia la periferia. Sin recursos para comprar y demasiado ricos para acceder a viviendas sociales -asfixiadas por la demanda-, parisienses y extranjeros optan a veces incluso por vivir en una de las numerosas ciudades del mapa galo conectadas a la capital por TGV (tren de alta velocidad).

Los poderes públicos parecen haber oído los gritos de alarma de asociaciones y expertos que denuncian la penuria del alojamiento en París y en todo el país. La grave crisis que sufre el sector se ha saldado en las últimas semanas con la amenaza del Ejecutivo de requisar pisos vacíos (se estiman 500.000 en las zonas de mayor aglomeración) si en un año no aumenta la oferta de alquiler. La mayor parte de estas viviendas pertenece al parque inmobiliario antiguo, el más necesitado dada la práctica ausencia de construcción de alojamientos nuevos en París intramuros. La ciudad soporta además una presión suplementaria, ya que no se permite la construcción de inmuebles de más de 37 metros de altura.

A las amenazas del Gobierno central se añade ahora una iniciativa del infatigable alcalde de París, Bertrand Delanoë, quien ha lanzado un nuevo sistema de préstamos sin interés durante 15 años para 'apoyar el legítimo deseo de acceder a la propiedad'.

La búsqueda de una simple barra de pan en barrios céntricos, como Saint Germain-des-Près o Madelaine, puede convertirse en un calvario

La medida está sobre todo destinada a los jóvenes menores de 35 años y a las familias con algún miembro menor de esta edad. Los requisitos, no ser ya propietario de una vivienda principal, no haberlo sido durante los últimos tres años y haber residido en París durante el mismo periodo. El salario mínimo deberá ser de 2.558 euros para una sola persona y de 6.721 para una familia de cinco miembros o más. 'Sin intervención pública fuerte, París quedará reservado a los hogares que precisan ayuda social o a las familias adineradas', explicó el alcalde durante la presentación del proyecto, que ha remitido al consejo de la ciudad.

La espiral de abandono en la que ha entrado París afecta también hoy al comercio tradicional, que poco a poco se rinde. La búsqueda de una simple barra de pan en barrios céntricos, como Saint Germain-des-Près o Madelaine, puede convertirse en un calvario. Tiendas de ropa, de recuerdos, centros de belleza, agencias de viajes, videoclubs, restaurantes asiáticos, son negocios en alza desde hace tres años.

Los comercios de alimentación desaparecen a un ritmo de 1.000 cada año, según los datos de la alcaldía de París, y sólo una cuarta parte vuelve al mercado. La Administración local ha organizado por ello una serie de foros de compraventa de comercios alimentarios y evitar así la deshumanización de la ciudad. 'La tendencia del siglo XXI es excluir el pequeño comercio, sin embargo es más humano', explicó el alcalde durante un programa de radio.

Archivado En

_
_