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Estado de bienestar

La demanda infinita de bienestar

Las dimensiones teóricas del Estado de bienestar son infinitas; y las prácticas llegan hasta donde permita el crecimiento económico y su distribución. Desde 1989, con la extensión de la protección de la vejez a quien no generó la suficiente contribución al sistema público, con la Ley de Pensiones No Contributivas, puede darse por universalizada la protección, puesto que ya lo estaban las prestaciones sanitarias y la educación.

Sin embargo, los representantes de los administrados consideran que 'aunque hemos logrado un Estado de bienestar muy digno' (Comisiones Obreras), 'debemos darle otro empujón para corregir las desigualdades que ha generado, sobre todo el crecimiento de la población y su envejecimiento'. La atención de 'la dependencia debe ser la prioridad de la extensión del bienestar en los próximos años' (UGT), 'para atender las necesidades de un colectivo creciente que vive con precariedad económica y sanitaria'.

Lógicamente, los mayores problemas surgen con la financiación. Mientras que los sindicatos estiman que el coste sería financiable con comodidad, la patronal considera que la financiación del modelo actual está encareciendo la creación de empleo, que es el auténtico motor que garantiza tanto 'la sostenibilidad como la viabilidad futura de la Seguridad Social', asegura la Confederación Española de Organizaciones Empresariales.

Los cambios para ajustar la cotización a pensión, y para atajar el gasto farmacéutico, asignaturas para la legislatura.

Los cambios para ajustar la cotización a pensión, y para atajar el gasto farmacéutico, asignaturas para la legislatura

Para la confederación de Comisiones Obreras 'el empujón' que necesita el Estado de bienestar debe centrarse en la protección a la familia; la extensión de la renta de desempleo a los excluidos indefinidos; y consolidar el sistema de pensiones de reparto. Comisiones Obreras estima, según los responsables de su servicio de estudios, que financiar las mejoras en las ayudas a las familias (prestación por hijos a cargo, guarderías, ayudas a la cuarta edad, etc.) y las prestaciones especiales para los desempleados expulsados definitivamente del mercado no debe suponer más allá de ocho décimas del producto interior bruto (PIB) al año cuando todos los programas estén en aplicación plena.

Estima que la prestación por hijo a cargo (con una cuantificación de 130 euros por hijo y mes hasta los 10 años) tendría un coste de unos 1.200 millones de euros; la pensión por desempleo a las 250.000 personas expulsadas del mercado y de la protección costaría unos 600 millones de euros al año; y la ayuda a la dependencia y enfermedades crónicas no sobrepasaría los 4.000 millones de euros, de los que al menos la mitad deberían costear las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Para la Unión General de Trabajadores, por su parte, la prioridad debe ser la atención a los mayores dependientes; igualar la pensión mínima al salario mínimo interprofesional; y establecer un sistema para costear la prejubilación en las pequeñas y medianas empresas. æscaron;nicamente ha cifrado el coste que tendría que soportar el erario público para poner en marcha el Plan de Atención a la Dependencia, que sería de un 0,6% del PIB cada año, pero que 'devolvería con creces su coste por la fuerte generación de empleo que ocasionaría', y que cifra en una cantidad entre 700.000 y 900.000 puestos de trabajo en los próximos ejercicios.

En estas materias se han pronunciado los dos grandes partidos, con distintos niveles de prioridad e intensidad. Pero no hay acuerdo sobre cómo reformar el tronco del sistema de protección: las pensiones. Y no lo hay ni en la oferta política ni en la demanda sindical y patronal. La UGT quiere que se deje el sistema como está, y que 'se abandone con nitidez la intención de cambiar el sistema de cálculo de la pensión contributiva'.

Comisiones Obreras, por su parte, consciente de que la estabilidad de ahora no garantiza necesariamente la viabilidad futura, estima que, sin romper el sistema de reparto, 'deben mejorarse las prestaciones, sin desincentivar la contributividad; la contribución debe estar en función de la pensión que se quiera hacer'. A juicio de CC OO 'hay que definir qué modelo de crecimiento y de empleo hacemos, para determinar qué modelo de Seguridad Social es compatible y financiable con él; una vez definido esto, veremos las fórmulas de cálculo; no nos oponemos a cambiarla'.

La patronal CEOE, por su parte, considera que la financiación del Estado de bienestar la proporciona el empleo creado, pero 'los costes laborales no salariales, las cotizaciones, son un impuesto al empleo que debe reducirse'. Recuerda que los ingresos de la Seguridad Social por cuotas son en España 24 puntos superiores a las del Reino Unido, 15 superiores a las que aportan en Alemania y seis puntos superiores a las aportaciones de los empresarios franceses. Por ello considera que 'la mejor fórmula para crear empleo es 'reducir las cotizaciones'. Lógicamente esta operación cuestionaría cualquier extensión de las dimensiones del Estado de bienestar.

En materia sanitaria los sindicatos piden un esfuerzo para atajar las listas de espera y consideran que el gasto sigue siendo inferior con la UE, cualquiera que sea el sistema de medirlo.

El Estado de bienestar absorbe más del 20% de los recursos generados por la economía española al año, bastante menos que la media que destina la Unión Europea: más del 27%. Pensiones y sanidad acaparan el gasto, con muy pocos recursos destinados a la protección de la familia y a la dependencia. Esas son, precisamente, las grandes demandas de la sociedad ahora.

Reformas para sostener el nivel de protección

El tronco del sistema de protección social en España es la Seguridad Social (pensiones de jubilación) y la atención sanitaria. El crecimiento económico y la creación de empleo, activo que a fin de cuentas alimenta los ingresos del sistema de pensiones y financia con impuestos la asistencia sanitaria, han evitado problemas financieros en los últimos años.Pero la euforia económica no debe retrasar sine die las reformas necesarias para garantizar tanto la viabilidad del sistema de vejez como la asistencia sanitaria universal. La caja de la Seguridad Social goza de una salud de hierro, con un avance de más del 3% en los cotizantes y una subida de los pensionistas que no llega al 1%; así, en los últimos años ha proporcionado un superávit financiero de un 1% del PIB, que en parte se ha destinado a ahorro (Fondo de Reserva, con 15.000 millones).Ahora se han incorporado al mercado laboral las cohortes generosas de nacidos con el boom de los sesenta y setenta, y han llegado al retiro las diezmadas nacidas en la Guerra Civil. Esta situación no durará mucho, y es precisa una nueva reforma que se retrasa por conveniencia de los partidos pero que es inevitable para sortear la quiebra del sistema: reformar la contributividad. En plata: pagar más para poder cobrar, y ajustar prestación a aportación de cada persona.Por lo que se refiere a la sanidad el Gobierno debe garantizar protección idéntica en todo el territorio. El fuerte aumento de la población por la llegada de inmigrantes supondrá un esfuerzo presupuestario importante no previsto todavía. La asignatura pendiente es controlar del gasto farmacéutico.

La oferta básica. Familia y mayores, el objetivo

1 La familia es el núcleo de los programas. El PP propone nuevas ayudas a la maternidad y su conciliación con el trabajo, con nuevas deducciones a las aportaciones empresariales para guarderías. El PSOE propone un plan integral de atención a los dependientes, así como ayudas fiscales a la familia.2 Las pensiones contributivas mínimas, volverán a tener subidas superiores a la media, como en los últimos años. El PSOE ofrece una subida del 26% para todas ellas en los cuatro años de la próxima legislatura. El PP prevé reforzar las mínimas, con viudedad y orfandad, y garantizar de poder adquisitivo.3 No hay compromisos de reforma. El PP propone capitalizar el Fondo de Reserva de las pensiones a 24.000 millones de euros, y garantizar la unidad de caja. El PSOE, revisar las condiciones de prejubilación, y estímulos a prolongar la vida laboral.4 En sanidad destaca el Plan de Salud Buco-Dental del PP para menores de 15 años y mayores de 65, a cofinanciar por las regiones. El PSOE propone uno de mejora tecnológica de la estructura sanitaria; fija máximos de espera de siete días en pruebas diagnósticas básicas, 10 para el especialista y 45 en operación quirúrgica.

'Sólo se garantizan las pensiones si se genera actividad y empleo'

El secretario ejecutivo de economía del PP, Vicente Martínez-Pujalte, asegura que el Estado de bienestar es un mecanismo dinámico, con un diseño nunca cerrado.P ¿Cuál es la prioridad en bienestar para el PP?R Seguir mejorando niveles de protección en todos los aspectos, y garantizar que sean iguales en las 17 comunidades. Calidad y cohesión se garantizan con unidad. Somos conscientes de que hay que mejorar pensiones, sanidad, educación y asistencia a la dependencia en un país con población y envejecimiento crecientes, con más residencias y más centros de día.P ¿Cuándo acometerán la reforma pendiente en pensiones y en qué sentido irá?R Nosotros siempre hemos estado mejorando las pensiones; reformas no equivale a recorte como en los años ochenta. Reformamos para garantizar mejores prestaciones. Los instrumentos para ello pasan por la generación de actividad económica y la creación de empleo: sólo así hay garantía de pensiones en el futuro. Vamos a mejorar las más bajas, pero hay que dar seguridad para el futuro; y para eso está el Fondo de Reserva, que elevaremos a 24.000 millones de euros en los próximos años. Luego el que quiera complementar su retiro con fondos privados o de empresa es libre, y tendrá incentivos a su ahorro.P ¿Renuncian definitivamente a reformar la cobertura por desempleo?R Tenemos que gastar el dinero en reinserción profesional y formación para minimizar el desempleo, así como poner las condiciones para que haya cada vez más empleo, y ahora estamos en récord de ocupación en España.P La sanidad sigue absorbiendo dinero. ¿Qué necesidades son las más perentorias?R Las comunidades tienen la competencia con suficiencia financiera; sólo resta garantizar la cohesión para que se disponga del mismo trato en todas las regiones. Además, incorporaremos a la universalización nuevas prestaciones.'En los servicios de protección a la sociedad nos preocupa tanto el nivel como la cohesión en todo el territorio nacional'

'Hay que proteger a más población y además envejecida'

El portavoz del PSOE en materia de pensiones y ex ministro de Trabajo y Sanidad, José Antonio Griñán, asegura que el Estado de bienestar tiene que ampliar sus costuras para dar cabida al aumento de la población y a su envejecimiento.P ¿Está ya maduro el Estado de bienestar?R En absoluto. Hemos hecho en los últimos 25 años un gran esfuerzo, y podemos tener la imagen engañosa de que disponemos de un mecanismo de protección correcto. Se han incorporado al mercado de trabajo dos millones de jóvenes en los 10 últimos años y apenas llega población a pasivos por la salida del mercado de las cohortes de nacidos cuando la guerra y, por tanto, diezmadas. Se ha producido un avance de población formidable con la entrada masiva de inmigrantes, y hay que incorporarlos a los mecanismos de protección, y hay que hacer frente al envejecimiento. No hay problema financiero ahora, pero estos nuevos retos suponen más gasto, y hay que buscar fórmulas para financiarlo.P ¿Qué propone para ello el PSOE?REn primer lugar hay que descargar a las cotizaciones sociales de todo lo que no sea gasto contributivo, y no se deben hacer rebajas fiscales mientras cuestiones que dependen del gasto general del Estado se costean con cotizaciones. Si hay excedentes, que financien el Fondo de Reserva. En todo caso, no creo que haya llegado el momento de cambiar las cotizaciones, y no se deben subir las pensiones más allá del IPC. Donde si hay que poner énfasis es en atajar las prejubilaciones, porque elevan el coste público y expulsan mano de obra cualificada del mercado.P ¿Hay que reformar la contributividad?R Lo hemos hecho varias veces, y se puede seguir reforzando, pero con la moderación precisa. Primero debemos ver qué efecto ha tenido elevar hasta 15 años las bases de cálculo de la prestación de retiro; se puede llevar hasta 20 años, pero con criterio.P ¿Qué necesidad hay en desempleo y sanidad?R En desempleo no haremos cambios; pero en sanidad el envejecimiento exige atención a los dependientes, y atacar el eterno problema de las listas de espera; debe financiarse con recursos estatales y de CC AA y ayuntamientos.

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