Las pequeñas compañías españolas mantienen su potencial alcista
Las compañías de pequeña capitalización (en inglés, small cap) suelen comportarse muy bien en los primeros compases de una recuperación económica. En la presente coyuntura, las small cap de todo el mundo no se han saltado el guión y se han revalorizado por encima de los grandes valores.
Muchos analistas comienzan a advertir que ya es momento de rotar la cartera hacia las grandes compañías o blue chips, llamadas a tomar el relevo en Bolsa a las más pequeñas. Merrill Lynch, sin embargo, considera que aún se puede encontrar valor en el universo de las small cap europeas, especialmente en los mercados británico y español.
'Las subidas recientes han erosionado buena parte del descuento que arrastraban las valoraciones de las small cap', sostiene el banco de inversión. 'De hecho, las valoraciones relativas actuales son más preocupantes de lo que lo han sido en los últimos tres años, lo que nos obliga a aproximarnos al mercado con una estrategia mucho más selectiva'.
Los analistas de Merrill han buscado países y sectores que ofrezcan una óptima relación entre valoraciones, crecimiento y perspectivas de beneficio, lo que a su juicio reúnen el mercado británico y el español. Sectorialmente, prefieren inmobiliarias, financieras, industria y medios de comunicación.
Las compañías de pequeña capitalización suelen operar en sectores de corte muy cíclico y con frecuencia son proveedoras de los grandes grupos empresariales. Esta circunstancia es clave para que reaccionen en Bolsa al primer síntoma de recuperación.
'La historia sugiere que las pequeñas compañías pueden cotizar con una prima respecto a las grandes en periodos que, como los primeros noventa, la recuperación económica sincronizada lleva a los inversores a descontar de ellas un mayor crecimiento implícito', explican en Merrill. 'Creemos que las revisiones de beneficios hoy en día son más optimistas para las pequeñas que para las grandes empresas'.
Históricamente, las 'small cap' han reaccionado al alza en los primeros compases del ciclo
Empresas que esquivan la caída del dólar
El comienzo del ciclo alcista a que asisten economía y mercados tiene esta vez una peculiaridad que está beneficiando a las pequeñas compañías: la debilidad del dólar frente al euro.Muchos de los grandes grupos empresariales europeos se están viendo obligados a revisar a la baja sus perspectivas de beneficio por el daño que la fortaleza del euro está haciendo a sus balances. Son compañías, las de este tamaño, que suelen ser exportadoras y tener presencia internacional, con lo que su exposición al dólar es elevada.No sucede los mismo entre las compañías de pequeña y mediana capitalización, cuyo mercado natural habitualmente es el doméstico. Su exposición, por tanto, es nula a la evolución del dólar, salvo que indirectamente vean afectado su negocio por el impacto de la divisa sobre las grandes empresas.'A corto plazo, un rebote táctico del dólar podría apoyar a algunos de los grandes valores que han sufrido rebajas de recomendación por parte de las casas de análisis', apuntan en Merrill Lynch.