Un cava para cada ocasión
Brut nature, semiseco, dulce o reserva. La gama es muy amplia, pero dado que prácticamente hay un cava para cada ocasión, la elección debe ser tan cuidada como la de cualquier refinada bebida. El conocimiento más profundo del cava, que alcanzó unas ventas de 214 millones de botellas el año pasado, es uno de los objetivos de Institut del Cava de Barcelona, que considera que las posibilidades de esta bebida están muy lejos de su techo.
En primer lugar, y aunque muchos restaurantes, especialmente catalanes, lo incluyen ya como aperitivo, los productores destacan que los cavas más ligeros son un excelente inicio para una buena comida y para acompañar hojaldres, canapés o caviar. Por el contrario, el brut nature y el extra brut son más adecuados para los alimentos con sabores más fuertes, como las carnes o los platos muy elaborados. En el caso de los mariscos, arroces y pescados, los expertos recomiendan desde el seco hasta el brut. Mientras que para las tartas o postres, las opciones más ortodoxas son el semiseco o el dulce, aunque algunos gourmets se decantan por el contraste.
Al igual que otros alimentos unidos a la dieta mediterránea, estudios realizados para el Institut del Cava destacan que esta bebida, en dosis moderadas, previene enfermedades cardiovasculares y tiene efectos antioxidantes.
Estudios realizados para el Institut del Cava señalan que, en dosis moderadas, el cava es un buen antioxidante y previene enfermedades cardiovasculares
El cava se elabora con diversa variedades de uva y se utiliza para la fermentación el sistema Champenoise, creado por el fraile benedictino Pierre Perignon. Y aunque la región del cava es más amplia, su centro, el llamado país del cava, se ubica en la localidad catalana de Sant Sadurní d'Anoia.
Copas y clases
l En función del azúcar que se añade existen las siguientes clases: brut nature (sin adición), extra brut (hasta seis gramos por litro), brut (hasta 15 gramos), extra seco (entre 12 y 20 gramos), seco (entre 17 y 35 gramos), semiseco (entre 33 y 50 gramos) y dulce (más de 50 gramos). Las botellas llevan una estrella de cuatro puntas en el corcho que las identifica como cava.l Temperatura. Los expertos recomiendan su consumo entre 6 y 8 grados, aunque los cavas de reserva pueden servirse a unos 10 grados. El mejor procedimiento es enfriar la botella en un cubo con hielo y agua.l Copas. El recipiente no es baladí. La copa debe ser de cristal transparente -no de vidrio- para apreciar el color del cava y el movimiento de las burbujas.