La inversión financiera en bienes tangibles
A lo largo de los años noventa y con la importante revalorización de la renta variable, la inversión en activos tangibles que no fueran estrictamente inmobiliarios quedó prácticamente olvidada. La crisis bursátil y la depreciación del dólar los sacó del olvido, y ahora con la fuerte expansión de la economía china y las subidas de precios que está provocando, son, de nuevo, una opción a considerar.
Los fondos que invierten en empresas ligadas a la producción de materias primas o a la explotación de recursos naturales son una rara avis. Y mucho más en España.
Sin embargo, en el periodo que va de 2000 a 2003 incrementaron su atractivo. El mal comportamiento de las Bolsas durante esos tres años y los bajos tipos de interés hicieron que menguara el interés por los activos financieros y se incrementara el de los activos tangibles: inmuebles, materias primas y oro.
La apuesta por esas tres alternativas ha sido a todas luces muy rentable. El oro, en simultánea evolución con la depreciación del dólar, no ha dejado de subir de precio, tras haber pasado, entre los primeros años ochenta y el año 1999, desde niveles superiores a 800 a casi 250 dólares por onza (ahora cotiza por encima de 400). Las otras materias primas también han experimentado un cambio de tendencia que las ha llevado, en muchos casos, a precios que son máximos históricos. Todo ello tras años de estar languideciendo y de haberse convertido, sobre todo en los noventa, en un tipo de activo casi olvidado.
Los activos tangibles están, pues, de moda de nuevo, aunque el inversor español de fondos no tenga a su alcance una oferta excesiva donde elegir.
En el terreno inmobiliario es, sin duda, donde la oferta es más accesible. Para ello están los fondos inmobiliarios que distribuyen algunas de las entidades más destacadas de nuestro país: SCH, Caja Madrid o BBVA. Existe también la posibilidad de tener riesgo inmobiliario por la vía de invertir en fondos que, a su vez, lo hagan en valores del sector inmobiliario: Caixa Catalunya, Ibercaja, Banco Popular o Bancaja tienen en oferta este tipo de FIM que tiene, respecto a los fondos inmobiliarios, la ventaja de la liquidez diaria. Y por lo que hace a los últimos años iguales o mejores rentabilidades: piénsese que, para los tres últimos años, el fondo Ibercaja Sector Inmobiliario, con su 50,51% de rentabilidad, duplica al más rentable de los inmobiliarios.
Por su parte, los fondos que invierten en metales preciosos han obtenido rentabilidades que en promedio anual compuesto superan en los cinco últimos años el 31%.
La inversión en materias primas, recursos naturales, energía o metales preciosos no resulta, sin embargo, tan fácil, ya que en España sólo están registrados para la venta siete, diecinueve y tres fondos, respectivamente, en cada una de esas categorías. Completan la oferta un conjunto de 12 o 14 fondos que invierten en empresas que centran su actividad en industrias relacionadas con el refino o el procesado de materias primas.
Metales preciosos El oro y los bancos centrales
l Entre los factores que ayudan a sostener o a hundir el precio de las materias primas y en concreto el del oro, está la actividad en el mercado de los bancos centrales que, como es bien sabido, acumulan cantidades enormes de este metal precioso entre sus reservas.l El Bundesbank alemán es el banco central europeo que mayores reservas acumula del preciado metal. En concreto, sus reservas se cifran en 3.500 toneladas.l Existe un acuerdo entre los bancos centrales para no poner a la venta más de una determinada cantidad de oro cada ejercicio. El compromiso actual expira en septiembre del presente año y ha estado vigente a lo largo de los últimos cinco. Durante todo este periodo, las ventas anuales no podían superar las 400 toneladas.