La huella del salvaje europeo en el arte
El salvaje europeo es una de esas exposiciones en las que grandes obras de arte se codean con viñetas de cómic, películas, grabados, fotografías o tapices. Esta mezcla de representaciones iconográficas, que se podrá ver hasta el próximo 23 de mayo en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, tiene en común la evocación del salvaje europeo en todas sus modalidades: centauros, ermitaños, brujas, hombres elefantes, mujeres barbudas o héroes populares como Tarzán o la mujer pantera.
¿Y por qué al salvaje se le ha añadido el matiz de europeo? El antropólogo mexicano Roger Bartra, uno de los dos comisarios de la exposición junto a la escritora Pilar Pedraza, aseguró durante la presentación 'estar harto' de ver cómo los europeos se acercan a América a la búsqueda de un encuentro con 'el buen salvaje', personalizado en el ejército zapatista, o 'el horrendo salvaje', como puede ser el asesino de mujeres de Ciudad Juárez (México). 'El salvaje es una obsesión muy occidental, muy europea y olvidamos que el mito del salvaje nació en Europa', explicó Bartra.
El origen del salvaje se remonta a la antigüedad griega y romana, cuando sátiros, centauros, amazonas y faunos eran muy populares. Bartra destacó la extraordinaria continuidad del mito, '¿cómo es posible que con tantos cambios en el entorno, la figura sea esencialmente la misma, desde los griegos, durante la edad media y hasta principios del siglo XX?'.
La exposición muestra cuadros de Ribera y Goya, grabados de Dürer, acuarelas de Böcklin, ilustraciones de Picasso, un fragmento de las película Simón del desierto (Buñuel) o viñetas de cómic americano desde los años 50 con personajes salvajes como Connan, Hulk, Spiderman, X-men o Tarzán.