Japón pone el hombro

El vigoroso crecimiento de que ha hecho gala la economía japonesa el cuarto trimestre de 2003 es una garantía para la recuperación internacional. Japón creció a un ritmo interanual de 7%, el más rápido desde el estallido de la burbuja especulativa en 1990, y completó cuatro trimestres seguidos al alza para cerrar el año con un aumento del 2,7%, el mayor del G-7. La reactivación, después de 13 años y tres recesiones, se basa en las ventas a EE UU y a mercados asiáticos como China. Pero también en el fuerte aumento de la inversión empresarial, síntoma de expansión saludable, y la mejora del consumo. La sombra que persiste es el impacto sobre las exportaciones de la fortaleza del yen, pero las empresas han mostrado capacidad para superar este problema, mientras el Gobierno debe continuar la lucha contra la deflación.

Que la segunda economía mundial ponga su parte en la recuperación global es una gran noticia. Las empresas españolas deben mirar con más ambición que nunca aquel importante mercado, para responder a lo que hoy es 'un amor no correspondido', como hace pocos días denunciaba en estas páginas el responsable económico de la Embajada de Japón en Madrid.