Los resultados se toman un respiro
La mejora en los resultados empresariales ha tocado techo, según la mayor parte de las firmas de inversión. Incrementos como los registrados en el cuarto trimestre serán complicados de repetir y el ritmo desacelerará en los meses venideros. Como señalan los analistas de Credit Suisse, a pesar de que el número de compañías dentro del índice Standard & Poor's 500 que ha sorprendido favorablemente con sus resultados ha aumentado a la cota más alta desde la era de la burbuja, la magnitud media de estas sorpresas -la diferencia en dólares entre el beneficio esperado y el publicado- ha sido inferior a trimestres anteriores.
En Europa la situación es similar. Si bien el porcentaje de sorpresas positivas en relación a las negativas es inferior al de Estados Unidos, la tendencia es similar, y también indica, a primera vista, que se ha tocado techo. La fortaleza del euro actúa, en este caso, como freno de mano para los resultados empresariales.
¿Son estos datos una señal de venta? Por sí solos no. Las empresas sanearon sus hojas contables allá por 2002 y empezaron a cosechar los frutos de este saneamiento este año. Por lo tanto, el punto de partida a la hora de calcular la variación interanual de los resultados será más alto a medida que pase el tiempo y, por lo tanto, las empresas se verán mucho más exigidas a la hora de poder presentar altos incrementos del beneficio neto.
Por otro lado, aunque los puntos más bajos en el ciclo de los beneficios coinciden, a grandes rasgos, con los puntos más bajos en el mercado de valores, no ocurre lo mismo en los picos.
Lo señala Merrill Lynch entre las conclusiones del último informe de gestores de fondos. El mercado cree que es demasiado tarde para subirse al carro de la recuperación inicial pero considera, al tiempo, que es demasiado pronto para aprovechar la segunda parte del ciclo alcista.
En esta línea, Morgan Stanley señala que los beneficios empresariales pueden acelerarse de nuevo en los próximos trimestres, ya que el mercado subestima el potencial de crecimiento de dichos resultados. La firma señala que a fin de año el crecimiento puede llegar al 40%.
Estas elucubraciones enlazan a la perfección con el momento de mercado actual y dan algo de coherencia a la situación. Pasado el optimismo ciego de hace unos meses, los inversores son conscientes ahora de que las cosas van a mejor, pero no tan rápido como pensaban. Porque, en un escenario así, no tendrían sentido los tipos de interés actuales, por poner un ejemplo. Pero ello tampoco es óbice para seguir en el mercado, pues no hay alternativas de inversión.