La primera clonación humana
Cuando en 1997 la fotografía de Dolly, la primera oveja clónica, dio la vuelta al mundo, algunas voces advirtieron del peligro de un posible siguiente paso. Siete años después ese paso se ha hecho realidad. Un grupo de científicos surcoreanos y estadounidenses de la Universidad Nacional de Seúl anunciaron ayer la clonación, por primera vez, de 30 embriones humanos maduros.
En la creación de los embriones, que se cultivaron para obtener células madre con fines terapéuticos, se utilizaron únicamente células donadas por mujeres. 'Nuestro método abre la puerta al uso futuro de estas células para la medicina de trasplantes', explicó ayer en un comunicado el científico Woo Suk Hwang, director del estudio. El hallazgo ha sido confirmado por el Gobierno de Corea del Sur. El experimento, financiado por el Gobierno de Seúl, consistió en tomar células no reproductivas cedidas gratuitamente por mujeres, extraerles el núcleo e implantarlo en óvulos (también sin núcleo) de esas mismas donantes.
De ese proceso se obtuvieron 30 blastocitos (embriones con cinco o seis días de edad). Solamente de uno de ellos los investigadores lograron extraer células madre embrionarias, es decir, células que pueden transformarse potencialmente en cualquier tejido corporal (cerebro, músculos, sangre, etc.) y que son fundamentales para el tratamiento de enfermedades como el Parkinson o la diabetes y para trasplantes.
La noticia, adelantada ayer por The Washington Post y publicada en la revista Science, ha caído como un bombazo en la comunidad científica, dividida desde hace tiempo por el debate sobre la ética de la clonación de seres humanos. 'Aparentemente estamos ya en la era de la clonación humana: hoy clonamos blastocitos para investigación terapéutica; mañana clonaremos blastocitos para fabricar bebés', señalaba el doctor Leon R. Kass, presidente del Consejo de Bioética de EE UU.
Algunos científicos argumentan que la información que pueden proporcionar estas células madre clonadas puede ser obtenida con los embriones sobrantes de reproducción, autorizados y utilizados para fines terapéuticos en España y otros países. Sin embargo, los autores del estudio y otros investigadores sostienen que las células clonadas tienen mayor potencial terapéutico, al poder ser usadas como células de reemplazo en los trasplantes sin temor al rechazo.
Así, numerosos enfermos esperan desde hace años la llegada de la clonación terapéutica. Ello permitiría obtener células de los pacientes y crear con ellas embriones de los que se obtendrían células madre genéticamente idénticas al enfermo.
Los científicos españoles, divididos ante el hallazgo
'Ninguna clonación verdadera es moralmente admisible'. Así de contundente se mostraba ayer el presidente de la Asociación Española de Bioética y æpermil;tica Médica, Manuel de Santiago. æpermil;ste señaló, ante el anuncio del hallazgo de los científicos de la Universidad de Seúl, que la clonación de embriones rompe los criterios propios de respeto al individuo. Otros investigadores como el presidente de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, expresaron su satisfacción. 'Siempre he defendido la clonación con fines terapéuticos, ya que abre grandes posibilidades'.