El Popular critica el exceso legislativo
'No hay nada malo en cambiar, si se hace en la dirección adecuada'. Esta cita de Winston Churchill ha sido en esta ocasión la elegida por los copresidentes del Banco Popular, Luis y Javier Valls, para iniciar sus reflexiones sobre la entidad recogidas en el informe anual del grupo.
El Popular explica que 2003 'ha estado marcado por un cambio importante en la estrategia' del banco, al combinar el crecimiento orgánico 'habitual', con la integración del portugués BNC. Y añade que estos hechos 'reflejan mejor que cualquier declaración de intenciones la decidida voluntad del Popular de ser más grandes y a la vez más fuerte, y de combinar la vía habitual del crecimiento orgánico con la incorporación de otras entidades en mercados que considera idóneos para aplicar su forma de hacer banca -el modelo Popular-, una estrategia de negocio que tiene tras de sí una trayectoria de éxito y en la que posee una amplia experiencia'.
El banco también aprovecha para criticar un exceso de normas en materia de transparencia. Así, afirma que 'sería deseable que las regulaciones sobre gobierno corporativo, una vez establecidas unas pautas generales -pocas, claras y de cumplimiento inexcusable'- dejarán a los órganos rectores de las sociedades la tarea de dotarse de las reglas que consideren adecuadas...'.
Y añade que 'no sería razonable que la normativa descendiera a fijar un catálogo minucioso sobre cómo deben gobernarse las sociedades, suplantando las funciones y responsabilidad de sus administradores y recortando la capacidad de la decisión de sus accionistas. Sin dudar de sus buenas intenciones, tales medidas serían una forma más de intervencionismo de escasa eficacia'.
Sueldos
Los copresidentes del Popular, los hermanos Luis y Javier Valls, cobraron en 2003 un 38% más. Luis Valls ganó 656.000 euros y Javier, 703.000. El sueldo del consejero delegado, Ángel Ron, aumentó un 75%, hasta 527.000 euros.