Reacción nula del euro al mensaje de advertencia del G-7 sobre su fuerte subida
La cotización del euro frente al dólar apenas reaccionó al mensaje que el G-7 lanzó el sábado pasado sobre la fuerte revalorización de la moneda única. El tipo de cambio frente al dólar prácticamente no fluctuó. A primera hora de la mañana escaló ligeramente por encima de los 1,27 dólares, para ceder luego hasta situarse en 1,267 dólares por euro.
El resultado de la reunión de Boca Ratón (EE UU) fue un comunicado prácticamente igual que la reunión de septiembre en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), salvo por la inclusión de la frase 'La volatilidad excesiva y los movimientos desordenados en los tipos de cambio son indeseables para el crecimiento económico'. Se trata de 'una pequeña victoria del BCE', en opinión de Antonio Villaroya, de Merrill Lynch. 'Pero el mensaje de fondo que desprende el comunicado es que el euro puede subir mientras el alza siga siendo gradual'.
El experto de Merrill Lynch cree que el problema radica en que el peso de la caída del dólar lo asume casi en exclusiva el euro. El banco de Japón no va a dejar de intervenir para mantener a raya la apreciación del yen, las monedas de los tigres asiáticos siguen atadas al dólar y el proceso de revalorización del yuan chino lleva ya meses en fase de estudio sin mostrar ningún avance significativo.
El problema de China es delicado. El consenso es que el yuan está devaluado, pero Washington se lo piensa mucho a la hora de presionar a Pekín. Los motivos principales son dos. Una quinta parte del déficit comercial estadounidense es con China, que reinvierte los dólares en deuda a corto plazo de EE UU, convirtiéndose en un gran financiador de la economía estadounidense. El otro factor es el proceso de aceleración de EE UU, cuya creciente demanda de materias primas se beneficia de los bajos precios de los productos chinos. Aun así, el mercado ya anticipa una revalorización del 5% del yuan en los próximos 12 meses.
'El problema del comunicado del G-7 es que deja un margen de maniobra demasiado amplio como para que su postura no se pueda interpretar como una postura decidida a frenar el descenso del dólar', explica Michael Schubert, de Commerzbank.
Algunos analistas advierten del aumento experimentado recientemente en las exportaciones de Alemania y Francia pese a la subida del euro. 'Con la economía mundial al ritmo al que está creciendo, Europa podría exportar mucho más si el euro estuviera a una tasa más moderada', explica Miguel Ángel García, de Deutsche Bank Wealth Management. Este economista cifra el punto de equilibrio del tipo de cambio en 1,20 dólares por euro.