De clientes a accionistas
Barcelona se ha convertido en la ciudad española con el nivel más alto de personas apuntadas a un gimnasio. Aunque la capital catalana está todavía lejos de los niveles de urbes como Nueva York, lo cierto es que cada vez más son las personas que aprovechan el mediodía o las últimas horas de la tarde para cuidar su cuerpo en vez de ir a tomar una caña. El principal culpable de este hecho es Ramón Canela, fundador y presidente de la cadena catalán de gimnasios Dir.
Canela ha creado una red de 12 centros en Barcelona y alrededores que, además de implantar la moda de ir al gimnasio, ha bloqueado la entrada de las multinacionales del sector que ofrecen productos con un nivel de precio más alto que Dir.
El equilibrio entre calidad y precio que tan buen resultado le ha dado a Dir, sin embargo, no es suficiente para financiar el crecimiento de la cadena. Por ese motivo, la cadena se ha propuesto que los deportistas que utilizan sus instalaciones también financien su expansión. La compañía, que cuenta con cerca de 80.000 usuarios (casi el 4,5% de los habitantes de Barcelona), aprobó en su última junta de accionistas una ampliación de capital por valor de 800.000 euros con la que pretende seguir abriendo centros deportivos.
Los accionistas de Dir renunciaron a la adquisición de nuevos títulos durante la misma junta, celebrada el pasado 20 de enero, con lo que la compañía se ha fijado como objetivo captar financiación de sus clientes y de los parientes de éstos.
æpermil;sta no es la primera vez que Dir recurre al apoyo de sus clientes para crecer. En 2001, lanzó también otra oferta pública de venta de acciones por un importe global de 1,5 millones de euros. Con esa inversión logró abrir tres gimnasios. La compañía optó por utilizar esta vía para financiarse después de que fracasaran contactos con socios interesados en inyectar capital en la cadena, principalmente compañías de capital riesgo.
La iniciativa supone también una vía para fidelizar a los clientes, ya que a quienes compren acciones de la cadena se les ofrecen descuentos y un trato preferente. La ampliación de capital supondrá la suscripción de más de 3.200 títulos con un valor nominal de 250 euros, que según la compañía no cotizarán en Bolsa. Dir requiere a sus usuarios una inversión mínima de 1.000 euros (lo que supone hacerse con un total de cuatro acciones) y una máxima de 30.000 euros (inversión correspondiente a 120 acciones).
El director general de la compañía y fundador, Ramón Canela, siempre ha desechado la idea de desarrollar una expansión geográfica abriendo centros en otras comunidades y de crecer mediante centros franquiciados, ya que 'me gusta controlar todos lo pequeños detalles', asegura. Su cuota de mercado en la ciudad es cercana al 25%, lo que ha dificultado la entrada de nuevos operadores del sector Barcelona.
Canela fundó la cadena en 1979 con la apertura del primero de los gimnasios. Su objetivo era introducir en Cataluña el modelo de ejercicio que funcionaba entonces con éxito en Estados Unidos. Durante los primeros 18 años de vida de la compañía, la expansión de la cadena fue moderada, tan sólo se inauguraron cuatro centros. A partir de 1998 es cuando se produjo una aceleración en su crecimiento, con la puesta en marcha de otros ocho centros. La compañía, que todavía no ha cerrado las cuentas del pasado ejercicio, ingresó en 2002 un total de 23,9 millones de euros, un 11,3% más que en el año anterior.
La firma siempre ha desechado la idea de crecer mediante franquicias