Un ejercicio para la polémica
La rivalidad acentuada el año pasado entre Endesa e Iberdrola, a cuenta de sus divergencias sobre el Protocolo de Kioto y el cobro de los CTC, va a tener también su traducción en los resultados: un año lluvioso (como el de 2003) beneficia a Iberdrola y perjudica a Endesa y viceversa. Además, la comparación sobre 2002 beneficia este año a Iberdrola, que presenta mañana sus resultados anuales, y ha perjudicado a Endesa, que los presentó la semana pasada.
Así, el efecto de contabilizar el déficit de tarifa en 2002 (un buen año para Endesa) ha derivado en el caso de Endesa en una caída del resultado de explotación del 12%. Este dato, por el contrario, mejora casi en la misma proporción en el balance de Iberdrola.