Flexibilidad y sueldos frenan los convenios del motor
Los fabricantes españoles cerraron 2003 con un récord absoluto de producción, cifrado en un total de 3,03 millones de automóviles y un incremento del 6,1%. España se consolidó así como el tercer productor europeo y el séptimo mundial. Sin embargo, después de un brillante final de ejercicio, viene un difícil comienzo de año.
El sector habrá de enfrentarse en 2004 con el reto de negociar con las plantillas el nuevo convenio laboral, con el escenario de fondo de la amenaza de pérdida de productividad y de la competencia de otros países productores, especialmente los del este de Europa.
Estas negociaciones afectarán a poco menos de 52.000 personas de las aproximadamente 72.000 que emplean los fabricantes de forma directa. Renault, PSA (que engloba a Citroën y Peugeot), Opel, Seat y Nissan Motor Ibérica han comenzado la ronda de negociaciones la pasada semana o lo harán la próxima. Renault lleva ya cerca de un mes discutiendo su nuevo marco laboral.
Las empresas rechazan incluir cláusulas de revisión salarial
Las negociaciones estarán marcadas, en primer lugar, según Antonio Ruiz Ocaña, responsable de automoción de UGT, por las reivindicaciones salariales de los trabajadores. Según el sindicalista, la práctica totalidad de los fabricantes se niega a introducir cláusulas de revisión salarial que cubran el desfase entre las previsiones de inflación del Gobierno y el IPC real a finales de año, lo que provoca que las plantillas pierdan poder adquisitivo año tras año. æpermil;ste es uno de los puntos que está negociando Renault con sus trabajadores en sus dos plantas de Valladolid y Palencia.
En todos los casos, la otra palabra clave será flexibilidad. De no incrementarse ésta, pende la amenaza de la marcha de las plantas a otros países, fundamentalmente a Europa del este. Al menos eso es lo que se asegura desde los fabricantes.
Imagen de estabilidad
El presidente de la Asociación Nacional de fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Jesús Ruiz-Beato, aseguró el pasado lunes durante la rueda de prensa anual de la organización que la 'flexibilidad es básica para sobrevivir' y que es necesario que los nuevos convenios se firmen sin conflictos, lo que transmitiría 'una imagen de estabilidad' para atraer nuevas inversiones. Ruiz Beato reiteró la vieja reivindicación del sector. El presidente de los fabricantes solicitó al Gobierno saliente de los comicios del 14 de marzo que 'establezca un marco laboral que potencie los contratos parciales y temporales'.
Los sindicatos, por su parte, aseguran que 'la flexibilidad no es un problema', según Ruiz Ocaña. La cuestión es 'flexibilidad para qué'. 'No se pueden cubrir deficiencias organizativas de la empresa con el argumento de la flexibilidad y la temporalidad del empleo'. Así, los representantes de los trabajadores denuncian el uso indiscriminado de los contratos temporales, que en el sector ronda el 10% y que, según UGT, alcanza el 20% en casos como el de Renault.
El grupo galo ha sido el más madrugador a la hora de sentarse a negociar. De hecho, comité de empresa y dirección mantendrán el próximo miércoles su decimotercera reunión. Hasta ahora, la proposición está en una subida de los salarios equivalente al IPC, el mantenimiento de la jornada y la contratación de 250 indefinidos a través de los llamados contratos de relevo (sustitución de empleados con más de 60 años por otros de menor edad). En Opel y en PSA, las negociaciones aún no han comenzado. De hecho, en la filial española de General Motors los encuentros comenzarán la semana que viene cada martes y jueves.
La peor situación, en cualquier caso, está en Nissan. La empresa ha cifrado en un 25% la mejora de productividad, además de la congelación salarial durante cuatro años. Estas propuestas fueron rechazadas por los representantes sindicales, que reclaman un aumento salarial equivalente al IPC previsto (2%) más dos puntos. A mediados de enero, el consejero-director general, Teruo Takebe, respecto a los problemas de competitividad de las plantas de la Zona Franca y Montcada y amenazó con su cierre.