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CincoSentidos

Coleccionistas de antigüedades

Entre la antigua Roma y la Segunda Guerra Mundial existe una separación de 10.000 piezas. Ese es el número de antigüedades que el Salón de Anticuarios de Barcelona (palacio número 8 del recinto ferial de Plaza España) ofrece a los amantes del coleccionismo hasta el próximo domingo. Artículos para todos los gustos y bolsillos entre los que se encuentra una estatua en mármol de Zeus del siglo II d. C., la más antigua, hasta un retrato del presidente británico Wiston Churchill, elaborado en barro por Manolo Hugé, la más reciente.

Entre el centenar de expositores, cuyo grueso está formada por anticuarios españoles, figuran especialistas de Francia, como Brimo de Larousilhe, Holanda, representada por Blue Elephant o Alemania, entre cuya oferta se halla Galerie Trost y Metz.

A la clásica oferta de las galerías, se suman curiosidades como una farmacia completa de inspiración mozárabe, que data del siglo XIX o diversos globos terráqueos. El origen de las piezas en esta edición también se amplía. Alguna de ellas son muestra del arte precolombino, africano o asiático.

Las más deseadas son ahora las obras pictóricas. Y en cuanto a movimientos, los coleccionistas prefieren las corrientes surgidas entre principios del siglo XIX y mediados del XX. Piezas de Picasso, Miró, Botero o Opisso compiten en esta categoría para hacerse con el favor de los compradores.

Los pintores catalanes Ramón Casas, Marià Fortuny o Santiago Rusiñol también compiten por la atención del público, así como el flamenco Peter Brueghel, el Viejo, del que la galería Trost oferta un bodegón pintado. A la baja se encuentran otros artículos tradicionales dentro del mercado de coleccionismo, como piezas de cerámica, juguetes y joyas, apuntan desde la organización.

El salón no podía escapar a la celebración del año Dalí. El pintor ampurdanés también está presente en el certamen a través de diversas obras, la más curiosa de ellas un dibujo de su hermana, fechado en 1923. El cuadro, prácticamente desconocido, lo adquirió recientemente la galería Mayoral en una subasta de París. Su propietario, Manel Mayoral, descubrió un dibujo inédito en el reverso. Otras de las piezas relacionadas con el artista abanderado del surrealismo son una edición de Babaou, un guión cinematográfico elaborado por Dalí en 1932 y la primera edición de Dali's Mustache, de Philippe Halsman. Esta edición, la vigésima octava, es la segunda ocasión que se celebra después de que una nueva dirección tomara las riendas del certamen. En opinión del presidente del Salón de Anticuarios, Artur Ramón, el primer objetivo del comité organizador, el de modernizar la feria, ya se ha cumplido. Y los resultados de este trabajo ha permitido superar los 20.000 visitantes en la edición del pasado año.

El segundo objetivo del comité organizador, mucho más ambicioso, aún tiene un largo camino por recorrer. El de convertirse en un certamen equiparable al Salón de Anticuarios de Maastricht, el primero del Viejo Continente, para el sur de Europa.

Las obras pictóricas del siglo XIX y principios del XX son las más demandadas

Varón de 30 años que huye de otra inversión

Un nuevo inversor se acerca ahora a galerías y anticuarios. Apuesta por obras antiguas como alternativa a otras formas de inversión, como las inmobiliarias o las bursátiles, menos rentables o inseguras. El perfil del nuevo coleccionista es un hombre joven de edad comprendida entre los 30 y 40 años, bien informado. Ya no compra a ciegas, sino que se afana en conocer el estilo o el autor de la obra adquirida, explican fuentes de la organización de la feria. También desechan otros objetos tradicionalmente de este mercado como el mobiliario.Desde el Salón también observan una relación entre la apertura del mercado para las piezas llegadas de Asia y África ante la incorporación de coleccionistas jóvenes al mercado. 'Son piezas que combinan con cualquier decoración', aseguran.

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