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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un mundo feliz y en idioma chino

Alicia era feliz en el país de las Bolsas. Nada ni nadie era capaz de frenar el curso alcista. El axioma viejo, como el mercado mismo, de que crecimiento económico es sinónimo de Bolsas al alza se ha impuesto en el último trimestre del año. Por eso el dinero comienza a fluir sin temor al estallido de las dos grandes burbujas, la de los tipos de interés y la de los activos inmobiliarios.

El mayor crecimiento económico constatado en Estados Unidos y el aumento de la confianza en Asia y Europa trazan una aceleración del crecimiento mundial alrededor del 3% en 2004. La recuperación de Estados Unidos es fuerte, China está en auge, Japón está comenzando a crecer y Europa está saliendo de la crisis. Son los términos de moda, un mundo feliz. Por primera vez en mucho tiempo, la economía mundial experimenta un crecimiento sincronizado, dicen otros.

Hay más. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que sus 30 países miembros, entre los que se encuentran Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, México y Corea del Sur, crecerán una media del 3% en 2004 y del 3,1% en 2005, frente a un 2% este año.

Hay mucho ardor, demasiada pasión, en el avance de las estadísticas, tal que las previsiones de crecimiento en EE UU se corrigen al alza una semana sí y otra también. El colchón de los tipos de interés es confortable, está bien mullido porque continúan en el nivel más bajo de los últimos 45 años. Las empresas, además, se animan y adelantan aumentos en las inversiones. La fiscalidad juega, asimismo, a favor.

Es el líder el que toca la flauta. Los grandes gurús se dirigen al mundo con la prédica de que EE UU va directo al mejor año económico de los últimos veinte.

¿Qué fue del déficit que ahuyentó a las fieras? Algunos economistas, como Stephen S. Roach, de Morgan Stanley, opinan que los mercados financieros de Estados Unidos podrían verse afectados por los déficit récord, tanto fiscales como de cuenta corriente, lo que reduciría el valor del dólar y llevaría a la Reserva Federal a elevar los tipos de interés. Eso deprimiría el precio de las acciones y desaceleraría el crecimiento. Los más optimistas señalan que esa cantinela se ha oído hasta la saciedad en los tres últimos meses sin que los mercados hayan prestado especial atención. Añaden que el deterioro del dólar está dirigido por la propia Administración Bush sin que los fundamentales cuenten en el proceso.

Hay dudas, sin embargo, en este especial alegato. Por ejemplo, ¿será capaz Occidente de aprender, escribir y leer chino, que es la fogata que más alumbra en estos momentos, la que calienta el crecimiento económico del mundo?

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