El Popular admite su interés por el Guipuzcoano y el Pastor a "precios razonables"
El Banco Popular está interesado en hacerse con el Guipuzcoano y el Pastor "pero a precios razonables" y no a los importes por los que el británico Barclays y el catalán Sabadell han adquirido el Banco Zaragozano y el Atlántico, según ha asegurado el copresidente de la entidad, Javier Valls.
Las miras del Popular se centran en general "en bancos medianos en Portugal y en España" según refiere en sendas entrevistas concedidas a los periódicos lusos Público y Diario de Noticias, en las que precisa que no realizarán operaciones que puedan ser consideradas como una invasión en el país vecino e insiste que no pagará cualquier precio. Así, Valls ha explicado que "estamos interesados en bancos medianos en Portugal y en España. Pero, atención: no vamos de compras. Si un banco quiere venir con nosotros que venga como fue el caso del BNC (el Banco Nacional de Crédito que adquirió el año pasado). No vamos a invadir o conquistas, sino hacer una confluencia de intereses".
En Portugal, el Popular se propone multiplicar por cinco su actual cuota de mercado y triplicar la red de oficinas. Su objetivo es conseguir una cuota del 10% frente al 2% actual y llegar a contar con 200 sucursales, frente a las 68 actuales.
Javier Valls ha negado que la toma del control del BNC portugués hace un año se debiera a deseos de "invadir o conquistar" el mercado luso, descartando los temores del sector financiero portugués ante la banca española, y ha recordado que se trató de "un intercambio de intereses" con el empresario luso Américo Amorim, que mantiene una participación en el Banco Popular.
El coopresidente del Popular no ha confirmado ni desmentido un posible interés por el Banco Internacional de Funchal (Banif) al señalar que "estamos siempre disponibles para estudiar cualquier oferta".
Por otra parte, Valls ha revelado que la Caixa Geral de Depósitos (CGD) ofreció al Popular la venta de sus tres filiales españolas, Luso, Siemón y Caja de Extremadura, antes de fusionarlas, proponiendo a cambio la toma de una participación en el banco español, aunque la entidad lusa descartó finalmente esta operación. En su opinión, la CGD no venció la puja por el Atlántico porque "el Sabadell ofreció más dinero" y no por la existencia de obstáculos por parte de las autoridades españolas, con "pequeña influencia" sobre un vendedor extranjero.