Los riesgos de practicar deporte de forma ocasional
A la hora de ponerse en forma, unos crean el hábito y otros sólo lo intentan. Sobre este segundo tipo de deportistas menos asiduos, en varios gimnasios madrileños aseguran que suelen corresponderse a un perfil de profesionales con cargos medios y medio-altos, sobre todo varones, entre los 30 y 45 años. Aunque forman buena parte de la clientela de estos centros no siempre acuden a entrenar debido al fuerte ritmo laboral.
Cuando existe el propósito de practicar deporte, pero apenas se dispone de tiempo, la tendencia a cometer excesos al encontrar el hueco en la agenda es más que probable, 'algo nada recomendable para la salud', comenta el doctor Pedro Guillén, de la Clínica Cemtro, especializada en tratar lesiones de rodillas en los deportistas de élite.
'La regularidad es fundamental al hacer deporte. Aunque depende de las características de cada persona, en general, quien quiera ponerse en forma debe entrenar, al menos, una hora al día tres veces por semana'. señala el especialista en traumatología.
El problema, considera Guillén, es que nadie se para a pensar que los deportistas ganan la forma y luego compiten, y que el resto de los mortales ganamos la forma compitiendo. 'Aquí está el peligro. La rivalidad va implícita en el deporte y nadie se para a mirar con quién mide sus fuerzas. Lo típico es estar toda la semana sin moverse y luego, para compensar, quedar con los amigos para hacer ejercicio, pero sólo con preparación mental, nada más, y esto es un error; por eso el cuerpo se rompe y sufre'.
Marcos Flórez, director de la agencia de entrenadores personales estarenforma.com, coincide. 'En EE UU, los que tienen este hábito de vida, que restringe el deporte al sábado y al domingo, son llamados guerreros del fin de semana. En España se tiende a ello porque, aunque no se hace mucho deporte, está de moda'.
'De este modo el cuerpo siempre se resiente. Es como el atracón antes del examen, que no sirve de nada. La forma física se va ganando conforme adaptamos nuestro cuerpo a un ritmo de ejercicio. No mejoramos al hacer el deporte, sino al saber recuperarnos cada vez mejor tras hacerlo, y esta adaptación no existe si no hay regularidad' asegura Flórez.
El boom que hubo hace dos años de preparadores físicos personales estalló para dar respuesta a tales necesidades y a la voluntad de crear un hábito deportivo a pesar de la escasez de tiempo y del ritmo de vida imperante.
'Para muchos ejecutivos y profesionales, contratar un entrenador a título particular es la única forma de procurar tiempo para su forma física sin cometer excesos', comenta este preparador.
Otro error frecuente que suele cometerse cuando se practica deporte con el tiempo en contra es saltarse los ejercicios previos de calentamiento. 'Las articulaciones y los tendones sufren mucho si no hay preparación previa', explica el director de estarenforma.com. También es recomendable, según Flórez, realizar estiramientos al finalizar la actividad.
En los gimnasios, para evitar los riesgos de las malas prácticas y los ejercicios exagerados, cuentan con monitores especializados que vigilan los ejercicios y además tienen un gabinete médico encargado de hacer una chequeo médico.
Por este control, el porcentaje de incidencias es mucho menor en estos centros que los contabilizados por prácticas deportivas realizadas por libre los fines de semana.
La práctica deportiva se suele concentrar en los fines de semana
De las lipotimias a las tendinitis
La tranquilidad no tiene precio. Las facturas que pasa el cuerpo al cometer excesos deportivos pueden evitarse si cada uno es consciente de sus limitaciones físicas y sus posibilidades. Medir la tensión arterial, la frecuencia cardiaca y la respiratoria son requisitos básicos que debemos conocer para calcular el riesgo potencial.Para el doctor Guillén, de la Clínica Cemtro de Madrid, las lesiones más frecuentes que suelen presentar los deportistas son, por este orden: sobrecargas musculares, tendinitis, esguinces de tobillo y patologías de rodilla. 'Casi siempre concentradas en las extremidades inferiores', comenta Guillén.En cuanto a los problemas cardiacos que pueden derivarse de un deporte practicado sin control, acaparan las estadísticas las bajadas de tensión, las lipotimias, hipoglucemias y los infartos.