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Ibex 35
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Los resultados empresariales apuntalan las Bolsas

Conforme engorda enero y 2004 se endereza en el mismo proceso, gana músculo una Bolsa por la que muy pocos apostaban. Es más, la pléyade de oráculos y visionario dio carpetazo en noviembre al alza de los mercados de acciones iniciada la semana anterior al comienzo de la guerra de Irak. Diciembre mantuvo el equilibrio y enero ha doblado apuestas al alza. ¿Y ahora qué?

El devenir, el futuro, es incógnita, por eso la pregunta se perpetua en el tiempo. El qué pasará mañana seguirá vigente pasado mañana, porque ahí reside la magia de la inversión en Bolsa.

Sucede, a veces, que el horizonte se presenta más nítido, con menos nubes. En la coyuntura actual escasean los nubarrones. A la mejora de la percepción de la economía se suceden balances empresariales que superan los pronósticos. Los aplausos se quedan cortos.

Los inversores, en una secuencia de avances económicos y empresariales, que son los mejores aliados de las Bolsas, conviven, siempre a regañadientes, con lo que se denomina incertidumbre geopolítica. El dinero asume que lo importante es mirar el corazón del mercado, las cuentas de resultados de las empresas que cotizan.

Wall Street, en la primeras aproximación de lo que fue 2003, confirma cada día que las principales empresas hicieron bien sus deberes. Recortaron empleo, redujeron gastos suntuarios y examinaron con lupa nuevas inversiones. La industria ha conocido, además, el impulso decidido de la demanda. Los sucesivos terremotos monetarios no han logrado, al menos por ahora reequilibrar los principales mercados.

En este entorno, la Bolsa muestra su atractivo, porque las alternativas que se erigieron con el crac de 2000 ya están muy caras. Los expertos reconocen que la inversión en acciones tiene más recorrido que la que puedas hacerse en bonos o en inmuebles.

El dinero apuesta por EE UU

¿Quién dijo que EE UU había perdido el favor de los inversores foráneos y que estaba de capa caída? Las últimas cifras demuestran lo contrario. La cifra neta de inversiones internacionales en activos estadounidenses alcanzó en noviembre los 87.600 millones de dólares. Esta cifra casi triplica la entrada neta de capital en octubre. Los expertos señalan que ello supone un respiro para la Administración Bush, porque se supone que ha estado preocupada por el impacto de los flujos de capital en la caída del dólar. Para los especialistas, la caída del dólar abarata la exportaciones estadounidenses y favorece las expectativas de crecimiento derivada de la mayor competitividad. Por contra, un mayor deterioro del dólar aumentará la incertidumbre. Por eso, el mercado confía en que la caída del dólar se produzca de manera ordenada y que los episodios de volatilidad desaparezcan de manera progresiva. Ello aliviaría los mercados.

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