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Sesión

El Ibex gana un 0,61% y consigue el segundo máximo anual consecutivo

Moisés Romero / Beatriz P. Galdón Madrid

Sin prisa, pero sin pausa. Es el camino que sigue el Ibex desde que comenzó el año. El recorrido ha sido corto, 364 puntos, pero suficiente para haber copado los 8.000 puntos, el nivel de hace 20 meses.

La última sesión ha sido más de lo mismo. El principal índice sumó un 0,61% y registró el segundo máximo consecutivo de 2004, hasta 8.101,30 puntos. Telefónica, Santander y BBVA fueron los valores que más favorecieron al Ibex. Subieron un 1,41%, 1,82% y 0,91%.

Las escasas caídas por valores y el alto volumen desvelan el interés por la renta variable. Ayer se intercambiaron 3.571,38 millones de euros en el continuo.

El euro no ejerció ningún tipo de presión en las Bolsas pese a que superó las 1,27 unidades por dólar.

La mayor referencia para los inversores son los resultados empresariales. En Estados Unidos se están superando los pronósticos más optimistas. Los analistas advierten, no obstante, de que las mismas compañías que han presentado un fuerte aumento de los beneficios durante buena parte de 2003 reconocen que será casi imposible mantenerlo en 2004.

Los expertos señalan que frente a tasas de crecimiento de los beneficios superiores al 20% en 2003 debe ahora proyectarse una subida media del 10% para 2004. En los últimos dos días han publicado resultados compañías emblemáticas como Automatic Data Processing, Amgen Bell South, Check Point Software, Eastman Kodak, EMC, Ford Motor, KLA-Tencor, MBNA, Southwest Airlines, Microsoft, Nokia, EW Scripps, AT&T y United Health. Hoy lo harán, entre otras, Wyeth, Dominion Resources, Schlumberger y Weyehaeuser.

La publicación de resultados no se ha hecho al mismo tiempo; unas compañías prefieren dar sus cuentas antes de la apertura de Wall Street y otras después del cierre, lo que provoca movimientos contradictorios en la jornada.

Las cuentas de Nokia tienen un impacto muy limitado

Siempre que Nokia habla los mercados reaccionan con rapidez e incrementos en la volatilidad. Ayer no fue la excepción. Eso sí, el impacto intradía fue más limitado que en situaciones anteriores. La primera valoración que hicieron los expertos de los resultados fue que el beneficio diluido por acción ha quedado un céntimo por encima de lo esperado, el beneficio neto ha quedado por debajo de lo esperado y las previsiones de futuro no son para echar las campanas al vuelo. Además quedan por debajo de lo que esperaban los analistas. Pero nadie se rasgó las vestiduras.

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