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Deslocalización

La huida de tecnológicas siembra inquietud en España

Los recientes anuncios de Samsung y Philips de cerrar sus fábricas en Barcelona para trasladar la producción a otros países ha devuelto la incertidumbre sobre el tejido productivo tecnológico español. Pérdidas de empleo, cierre de compañías auxiliares, desertización industrial... Un escenario que ha desatado las alarmas en toda España y que ha provocado una polémica entre partidos políticos en plena campaña electoral y en la que también han terciado empresarios y sindicatos.

El consejero catalán de Trabajo e Industria de la Generalitat, el socialista Josep Maria Rañé, y el consejero jefe, Josep Lluís Carod-Rovira, abrieron el fuego al hablar de impunidad empresarial. Incluso incitaron al boicot de los consumidores a los productos de ambas multinacionales y advirtieron que tomarían nota de las firmas que abandonasen Cataluña.

En sus ataques, los representantes de la Generalitat dejaron entrever que tratarían de exigir a Samsung que devolviera la ayudas públicas concedidas en los últimos años y que ascienden a cerca de cuatro millones de euros. Artur Mas respondió que las amenazas iban a dañar la imagen de Cataluña. En la disputa también entró José María Aznar, quien advirtió que con amenazas no se puede atraer a las empresas para que inviertan.

La solución es centrarse en áreas donde lo importante es el valor añadido

En el fragor han entrado patronal y sindicatos. 'Las multinacionales sólo buscan el máximo beneficio a costa de recortar gastos, y si un mercado no cumple sus expectativas cierran y se largan', explican fuentes de CC OO. Algunos representantes de UGT han acusado al Gobierno central de pasividad ante el goteo de cierres.

A su vez, Jesús Banegas, presidente de la patronal Aniel, indica que los casos de Philips y Samsung son dos circunstancias que casualmente han coincidido en el tiempo y añade que no se debe caer en el alarmismo. Aunque sí advirtió que España lleva una temporada descapitalizándose y volvió a pedir una reforma del mercado laboral que introduzca mayor flexibilidad y permita que las empresas sean más competitivas.

Pero, en este agitado marco, ¿qué opinan los expertos?

La catedrática de Política y Estructura Económica Mundial de la Universidad Autónoma de Barcelona, Elena Giráldez, asegura que 'llevamos 10 años perdidos en política industrial' y explica que 'con imaginación se pueden tomar medidas urgentes y transitorias para evitar una debacle en los próximos dos años, como podría ser la reducción de las cotizaciones sociales para los trabajadores de algunos sectores para que esta mano de obra siga siendo competitiva'.

El jefe de servicios de estudios de Pimec-Sefes, Albert Roca, cree que el problema de la deslocalización es global y requiere medidas a largo plazo como aumentar las inversiones en I+D o en infraestructuras.

Enrique Lores, vicepresidente y director general del centro de HP en San Cugat, asegura que hay que desdramatizar la situación. 'El no ser competitivo en costes no es nuevo, y esta situación no va a cambiar. Basta visitar una fábrica en China para entenderlo'. Para Lores hay una única solución, que hay que aplicar cuanto antes: 'Centrarnos en áreas donde el valor añadido es más importante que los costes; donde lo que importa es la capacidad de innovación'.

Para explicar lo que quiere decir, Lores se sirve del ejemplo de HP. 'Cada vez hacemos impresoras más complejas y necesitamos compañías locales que nos desarrollen componentes y que nos ayuden a ser competitivos'. La solución pasa por crear en España una red de proveedores que hagan investigación y se especialicen en determinadas áreas.'Es lo que está haciendo de manera ejemplar Singapur'. Este país, explica, ha decidido que a medio y largo plazo quiere ser un referente en tecnología vinculada a la biomedicina y está impulsando la creación de compañías locales especializadas en ello, al tiempo que trata de atraer a multinacionales que se dediquen a este área. 'España no ha hecho aún su elección. Debe hacerla y tomar el reto desde las instituciones públicas y el tejido industrial', añade.

Por su parte, Rafael Pampillón y Enrique Dans, profesores del Instituto de Empresa, son de la opinión de que lo importante no es que una empresa desplace a España una subsidiaria de fabricación sino el grado de imbricación con el tejido económico del país donde está. 'Una subsidiaria de fabricación puede simplemente haber comprado horas/hombre. Y, sin embargo, otra subsidiaria comercial puede tener una actividad que la obliga a investigar el mercado, a comunicarse con entidades del país... La perspectiva de generación de valor es completamente diferente, aunque la inversión y el número de puestos de trabajo pueda ser menor', afirman.

Ambos expertos aseguran que si lo que se traslada es un centro de I+D, posiblemente 'estemos hablando de un traslado de valor altísimo, con conexiones a universidades y centros de investigación del país, con un enriquecimiento mutuo. La generación de valor pasa a ser mucho más sostenible', subraya Dans. Pampillón asegura que la mejor política de I+D que puede hacer el Gobierno consistiría 'en favorecer la creación y desarrollo de empresas de capital español fuertes y tratar de atraer grandes sedes de empresas extranjeras a nuestro país'.

La huida hacia naciones con mano de obra barata no ha afectado a todas las multinacionales vinculadas al mundo de las tecnologías de la información. Consultoras y compañías de servicios como Accenture, Deloitte Consulting, IBM, Getronics o Cap Gemini han creado en España centros para dar soporte tecnológico a países de todo el mundo. Por citar dos ejemplos, Deloitte tiene en Madrid un centro de soluciones que da servicios de mantenimiento de aplicaciones a empresas que están tanto dentro como fuera de España a través de contratos de outsourcing. Y Getronics ha eligido a España como sede de cinco centros de desarrollo que dan servicio a todo el mundo.

Según un directivo de Deloitte, 'los costes de desarrollo en servicios informáticos en España son de los más bajos de Europa y eso nos permite ser mucho más competitivos a nivel internacional'. Hoy un consultor español puede cobrar en torno a un 40% menos que un británico.

De todas maneras, la deslocalización no ha empezado ahora. Desde el año 2000 numerosas empresas han procedido al cierre o venta de sus fábricas. Ericsson, Alcatel, Lucent... y algunas estimaciones de expertos apuntan que desde entonces las multinacionales tecnológicas han despedido a más de 10.000 trabajadores en nuestro país. Una cifra de pérdidas de empleo que podría triplicarse, según estos observadores, si se incluyesen los despidos de empresas auxiliares.

La esperanza se centra en que la recuperación económica tire de nuevo de la producción y el empleo. Aunque, no está muy claro, al menos de momento. Según la patronal Sedisi, al cierre de los primeros nueve meses de 2003 el sector había crecido un 4,8% en relación con la misma fecha del año 2002 y, sin embargo, en el mismo periodo, el empleo en la industria se había contraído en un 1,7%.

Ahora bien, España no es el único país que sufre la deslocalización. En EEUU hay datos dramáticos. Forrester pronosticó que unos 3,3 millones de empleos tecnológicos se trasladarán desde EEUU a naciones como India, Brasil, China o Rusia. Irlanda, conocida como el tigre celta, ha sufrido sus efectos: 3Com y Gateway son dos empresas que han decidido cerrar sus fábricas en Dublín.

Empresas favorecidas por la deslocalización

'Flextronics, Sanmina SCI, Solectron y tres más son las que se están forrando con la deslocalización', afirmaba esta semana un alto cargo de CC OO. Sus palabras apuntaban en una línea clara: estas compañías se han hecho con buena parte de la fabricación de equipos de las grandes multinacionales tecnológicas. La canadiense Celestica trabaja para Nokia, NEC o Siemens; la estadounidense Jabil Circuit fabrica para Cisco; la también norteamericana Sanmina SCI produce para Alcatel, mientras Flextronics -con sede en Singapur- lo hace para Microsoft (Xbox), Xerox o Sony Ericsson... Y sus resultados no han dejado de mejorar.Por ejemplo, Solectron elevó sus ventas un 10,5% en el último trimestre, por un 18% de Sanmina SCI. Además, las previsiones de casas de Bolsa como Schwab Soundview, Deutsche Bank o Bear Stearns es que las cuentas van a seguir mejorando al calor de la recuperación económica. Las Bolsas parecen haberles hecho caso. Sin ir más lejos, los títulos de Sanmina SCI se han revalorizado un 311% en el último año.

HP, Siemens y Sony seguirán en España

'Estamos convencidos de que nos mantendremos y creceremos en San Cugat', dice Enrique Lores, director general del centro de HP en Barcelona, que se convirtió en 1992 en la división de impresoras de gran formato de la multinacional. Hace dos años la firma presidida por Carly Fiorina decidió transferir a Asia la fabricación de estas máquinas, pero como cuenta Lores, 'pese a que aquel movimiento supuso el despido de 200 personas, hoy tenemos 100 empleados más que entonces'. En total son 450 empleados y 1.100 contando con los ingenieros locales subcontratados. Generan un negocio de 1.100 millones de dólares anuales.Según Lores, en Barcelona se han quedado el trabajo de valor añadido. 'No nos ha afectado desprendernos de la fabricación. Tenemos la responsabilidad de decidir qué fabricamos, qué mejoras introducir en el proceso productivo, el marketing. Lo que importa es la capacidad de innovación'.En Sony tampoco se plantean abandonar Cataluña. La compañía asegura que prevén mantener el incremento de inversión en su fábrica de Viladecavalls y su centro de Castellar del Vallés. 'Queremos dar servicio a otros países como Portugal, Francia y norte de África'. Sony produjo en su fábrica española dos millones de unidades de televisores, proyectores y otros equipos electrónicos y cinco millones de componentes.Fuentes de Siemens explican, por su parte, que mientras que sus fábricas sean competitivas no habrá deslocalización. Hoy su factoría de Cornellá produce numeroso material de los trenes de alta velocidad, que se exporta a otros países. En su centro de Getafe ha ampliado su producción de material electromédico, 'incluso hacemos los nuevos generadores portátiles de rayos X que antes fabricaban en Suecia'. En su planta de Zaragoza, Siemens cree que habrá una revitalización de la actividad tras los contratos de UMTS de Telefónica Móviles.

Un arma política en la campaña electoral de EE UU

La deslocalización tecnológica ha entrado con fuerza en la campaña electoral de EE UU. John Kerry, senador demócrata y vencedor de las primarias de Iowa, aseguró que si llega a la Casa Blanca obligará a las empresas a ralentizar sus políticas de desplazamiento de empleos tecnológicos fuera de EE UU hacia India, China, Rusia o Brasil. Kerry dijo que obligará a las compañías a identificar la localización de las tareas que exporten.También Dennis Kucinich o Richard Gephardt no dudaron en usar la deslocalización como arma electoral contra George Bush.El fenómeno ha causado alarma en las últimas semanas tras los anuncios de AOL, Google o IBM de desplazar actividades a La India. Hay opiniones demoledoras. La consultora tecnológica IDC apunta que en el año 2007 el 23% de los empleos tecnológicos de las firmas de EE UU estarán fuera del país, mientras Sand Hill señala que 8 de cada 10 empresas están llevando tareas al extranjero.Craig Barrett, consejero delegado del gigante de los microprocesadores Intel, apuntó recientemente que sin estas estrategias las empresas dejarán de ser competitivas. Pero el ex candidato a la Casa Blanca Walter Mondale respondió con dureza: '¿Qué será de nuestros hijos? Utilizarán chips japoneses y sobrevivirán vendiendo hamburguesas del McDonald's'.Todo este ambiente de deslocalización ha provocado que el Congreso de EE UU redujera el pasado octubre el número de visados tecnológicos. Así, la cuota de trabajadores extranjeros cualificados para trabajar en la industria de la alta tecnología ha pasado de 195.000 en los últimos tres años a 65.000.Algunos directivos españoles de multinacionales tecnológicas consideran un error esta medida. 'Ello forzará entonces a que se contrate a trabajadores de China o India en sus propios países'.

Atentos a

Siemens prevé una revitalización de la actividad de su fábrica de Zaragoza tras ganar algunos contratos de UMTS de Telefónica Móviles. Y Sony quiere ampliar a otros países los servicios que da desde su centro de Barcelona.

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