Desarrollos Eólicos invertirá 536 millones en nuevos parques en Aragón
Desarrollos Eólicos (DESA) invertirá 536,19 millones de euros en la instalación de parques eólicos en Aragón con una potencia global de 540 megavatios. La compañía, creada por el grupo Abengoa y una de las pioneras en la explotación de las energías renovables en España, ocupará una extensión de 1.777,5 kilómetros cuadrados en las localidades zaragozanas de Aranda del Moncayo Berdejo, Bijuesca, Cinco Villas, Pozuelo de Aragón, Malanquilla, Pozuelo de Aragón y Torrelapaja. La inversión se llevará a cabo en los próximos cuatro años.
Este nuevo plan viene a sumarse a las fuertes inversiones realizadas en el Valle Medio del Ebro, que superan ya los 2.000 millones de euros en el reducido espacio de dos años. El Gobierno de Aragón impulsó en 2001 un plan especial, que adjudicaba a la energía eólica un papel decisivo para el desarrollo económico de la comunidad autónoma. La implicación en este proyecto de grandes empresas y pequeños inversores, que han ido agrupándose en diversas sociedades, ha contribuido a que se superen las previsiones y que incluso algunos municipios, como el zaragozano de La Muela, figuren entre los más ricos de España gracias a los ingresos obtenidos por la explotación de esta fuente de energía.
Esta fiebre inversora en el sector eólico, compartida por las comunidades de Aragón, La Rioja y Navarra, ha hecho que los respectivos Gobiernos se muestren particularmente cuidadosos a la hora de la concesión de autorizaciones para la instalación de nuevos parques. El permiso concedido a Desarrollos Eólicos reduce a 540 Mw la potencia de 1.047 Mw pretendida inicialmente por la empresa y ha eliminado la ocupación de varios enclaves, que podrían ser considerados problemáticos desde la óptica de los impactos sobre el medio ambiente.
La explotación de los recursos eólicos está teniendo paralelamente una importante repercusión sobre el crecimiento de las empresas del corredor del Ebro. Gamesa y M. Torres en Navarra o Taim-TFG en Aragón deben una buena parte del espectacular incremento de su actividad industrial y exportadora a la entrada en este sector. Además, comunidades tradicionalmente importadoras de energía han conseguido que en torno al 75% de la producida en su territorio sea de origen eólico y proyecten convertirse en exportadoras a medio plazo.