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Impuestos

Las cajas cuestionan la eficacia de las reformas del IRPF

Las sucesivas reformas del IRPF han modernizado el sistema fiscal, pero dejan mucho que desear en cuanto a su efectividad para reducir la tributación en colectivos como los contribuyentes cuyas rentas proceden mayormente del trabajo. æpermil;sta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

El análisis reconoce que las recientes reformas del IRPF han traído una disminución de los tipos de gravamen nominales (en la aprobada para 2003, el marginal mínimo se ha reducido al 15%, y el tipo máximo, al 45%). Sin embargo, ello no ha llevado consigo una disminución de la carga efectiva en términos reales, a medio plazo. Esto se debe a que los avances en la reducción de la carga tributaria conseguidos en los primeros años después de una reforma se van reduciendo con el paso del tiempo, unas veces porque la inflación 'se come' parte de la rebaja tributaria inicial y otras veces porque se va incentivando otro tipo de rentas (como las que afectan al ahorro o al capital) que impiden que las salariales reduzcan su peso en el IRPF.

Los resultados son evidentes si se analiza a largo plazo (25 años) los tipos medios efectivos de las rentas del trabajo, manteniendo constante el poder adquisitivo.

Según se vislumbra en el estudio (ver gráfico), para unos rendimientos de 12.500 euros anuales, el tipo medio ha disminuido 2,3 puntos entre 1998 y 2003, algo que simplemente sirve para recuperar el nivel de 1990. Para una renta de 25.000 euros, la mejora es mucho menos perceptible, al igual que ocurre para una renta de 50.000 euros. La mayor disminución registrada (casi cuatro puntos porcentuales) corresponde a unos ingresos de 100.000 euros. Además, salvo para el primer nivel de renta considerada, el tipo medio en 2003 es superior al que existía en 1979.

Presión agregada

Funcas recuerda que el aplanamiento de las tarifas del IRPF (con una disminución del número de escalones), la reducción de los tipos marginales y la ampliación de la base imponible del impuesto no ha podido evitar un incremento de la carga tributaria para las familias perceptoras de rentas del trabajo (la mayoría). Y es que el IRPF y las cotizaciones sociales representan casi la mitad de la recaudación impositiva en el área de la OCDE.

Al tiempo, la presión fiscal agregada (impuestos más cotizaciones sociales respecto al PIB) ha venido aumentando de forma sostenida. En España ha pasado de menos del 15% en 1965 a más del 35% en 2003. El informe de Funcas propone recetas para mejorar el sistema actual y que pasan por nuevas reducciones impositivas que tengan más en cuenta las rentas salariales y a las cotizaciones.

También considera provechoso recurrir a contribuciones en función del beneficios obtenido por el acceso a servicios públicos. Es el caso de las nuevas tasas creadas en los últimos años y de figuras de nueva creación como el peaje urbano en Londres, impuesto en la capital británica para descongestionar de vehículos el casco histórico.

Por otra parte, sería deseable una mayor neutralidad en los diferentes productos para el ahorro y la aplicación de un 'sistema de promedio acumulativo' que reduzca la penalización que sufren ahora las rentas irregulares. Por último, Funcas rechaza la exención de dividendos en el IRPF como se ha propuesto en EE UU, ya que 'perjudicaría a los contribuyentes con menor nivel de renta'.

El estudio considera deseable un mejor trato para las rentas irregulares y las cotizaciones sociales

Hacia una financiación regional de corte federal

Los vientos autonómicos soplan hacia una mayor descentralización en el gasto público. Aunque no menciona explícitamente la nueva propuesta (promesa electoral) del PSOE de una mayor autonomía financiera en busca de una estructura federal, el informe valora positivamente la línea iniciada en el actual modelo de financiación regional (negociado en 2001), que permite que los ingresos impositivos representen casi las dos terceras partes de los recursos autonómicos.Hoy por hoy, las comunidades participan en una cesta de impuestos estatales (entre otros, del 35% del IVA, el 33% del IRPF y el 40% de algunos tributos especiales).

Nuevas figuras impositivas para el medio ambiente

En el informe se recomienda la creación de nuevas figuras impositivas, aunque se es consciente de que cada vez resulta más difícil idear impuestos con suficiente potencial recaudatorio y cuya aplicación sea factible sin 'pisar' el terreno a otros tributos. Funcas considera coherente un impuesto que grave las emisiones de dióxido de carbono, aunque reconoce que la aplicación de un tributo sobre la energía requeriría 'adoptar medidas complementarias (aranceles a la importación) para preservar la competitividad de los productos nacionales' frente a los fabricados por empresas instaladas en países que no gravan este tipo de actividades.

Armonización de tipos en el IVA

Demasiados regímenes especiales en el IVA. El tributo exige un nuevo impulso homogeneizador, a juicio de Funcas, en un impuesto que nació para gravar el consumo familiar de forma paritaria y del que sólo se ha conseguido fijar el principio del 'país de origen' a las compras transfronterizas por individuos.Requisito básico es la armonización de los tipos impositivos en todos los países, lo que conllevará un alza del aplicable en España (junto con Alemania y Luxemburgo son los países con el gravamen más bajo). No menos urgente sería articular un sistema que distribuya la recaudación en función del consumo nacional.

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