Las entidades medianas siguen en el punto de mira
Atlántico y Zaragozano se convirtieron durante el año pasado en vedettes indiscutibles del segmento de banca mediana en España. Aunque estas operaciones abren algunos interrogantes sobre las futuras posibilidades de concentración en el mapa bancario español, el interés de algunas entidades mantiene viva la posibilidad de nuevas operaciones.
El hecho de que el Barclays acudiera a la puja por el Atlántico meses después de cerrar la compra del Zaragozano demuestra que sus intentos por crecer en España no han concluido. Por otro lado, el luso Caixa Geral reconoció, después de que el Sabadell se hiciera con el Atlántico, que el mercado español era una de sus prioridades.
No sólo los bancos extranjeros han pedido precio en las últimas ofertas. Un numeroso grupo de cajas de ahorros ha reconocido haber negociado la compra del Zaragozano y del Atlántico.
El precio pagado por las dos operaciones de venta marca un precedente para futuras ofertas
Aunque a estas dos últimas entidades no les han faltado novias, fuentes bancarias sostienen que los precios -1.500 millones por el Atlántico, o algo más de dos veces el valor en libros, y 1.175 millones por el Zaragozano, o tres veces su valor en libros- marcan unos precedentes que difícilmente pueden estar dispuestos a asumir otras entidades. Al mismo tiempo, destacan que las opciones similares a Zaragozano y Atlántico (Pastor, Banco de Valencia y Guipuzcoano) no aportan una cuota de mercado significativa.
La única vía para dar un gran salto en tamaño son Bankinter y Banesto, pero sus diferentes vinculaciones con la familia Botín y el Santander, respectivamente, los convierten en objetivos muy difíciles. Este escenario hace pensar a los analistas que la fiebre por la concentración descenderá unos grados en 2004.
Sin embargo, la evolución en Bolsa de las entidades medianas se ha visto claramente influida por las dos operaciones de venta de 2003. Dejando de lado las revalorizaciones del Atlántico (144,66%) y Zaragozano (53,56%), la cotización del resto dio un salto notable en la segunda mitad del año.
El Pastor, un banco difícilmente opable por la vía hostil ante el blindaje al que está sometido por la Fundación Barrié de la Maza (que posee el 44,9%), llegó a subir un 35% en las dos primeras semanas de junio influido por el runrún de la consolidación.
El despegue del Banco de Valencia también tuvo lugar en el segundo trimestre. Subió un 23,15% justo cuando estaba a punto de finiquitarse la venta del Zaragozano y cuando Arab Banking Corporation empezaba a buscar novia formal al Atlántico. Su núcleo duro está controlado por Bancaja (en un 38,3%), que no se ha cansado de repetir la importancia que supone el banco en su estrategia.
La subida del Guipuzcoano ha sido más gradual y la cotización está lejos de los máximos de 2002, cuando llegó a superar 23 euros. En este caso, BBK (14,5% del capital) y la Kutxa (9,5%) tienen la llave de cualquier operación.
Alzas más suaves que el resto de entidades opables
Las alzas en Bolsa de la mayor parte de bancos medianos españoles han estado en línea con el resto de Europa en el último año (el Stoxx de banca ha subido el 21,58% en 2003) y muy por debajo las que han registrado los bancos opables italianos y alemanes, con ganancias de entre el 50% y el 100%. Este comportamiento más modesto se debe a que el segmento de banca mediana española esquivó la crisis de 2001 y 2002, y algunas entidades, como el Banco de Valencia, acumulan cuatro años consecutivos de subidas. Aunque las posibilidades de concentración en España tras la compra del Atlántico y el Zaragozano son menores, los analistas destacan que el mercado, mientras haya candidatos, no dejará de especular con futuras operaciones.
Dos operaciones con un fuerte grado simbólico
Las ventas del Atlántico y el Zaragozano poseen un simbolismo que va más allá de la simple concentración en el sector. Por un lado, la compra del Zaragozano afianza por primera vez la presencia en España de un banco extranjero, el Barclays, que se sitúa como las sexta entidad bancaria de España, sin tener en cuenta a Banesto. Por el otro, el Sabadell da con el Atlántico un paso más para acercarse a la liga de los grandes y dejar de llevar la etiqueta de banco regional. El banco catalán pasará a ser el cuarto banco español, con una cuota de mercado del 6,67% en recursos gestionados de clientes una vez integre al Atlántico, dos puntos menos que el Popular. Aun así, esta última entidad duplica en valor de mercado al que será el nuevo grupo Sabadell.
La banca extranjera y las cajas quieren su bocado
Las dos ofertas formales de venta de este año han tenido un denominador común, el alto número de pretendientes, los bancos extranjeros y el papel de las cajas de ahorros; algo, esto último, que no ve con muy buenos ojos el Banco de España. Cuatro cajas andaluzas (Unicaja, El Monte, Granada y San Fernando) y la valenciana Bancaja llegaron a interesarse por el Zaragozano. Aunque el banco de los Albertos fue vendido a Barclays, la lusa Caixa Geral también pidió precio. Esta última entidad fue, asimismo, una de los aspirantes a hacerse con el Atlántico, que tuvo como novias extranjeras al italiano Unicredito, al belga-holandés Fortis y al británico Barclays. La CAM fue la caja de ahorros que más interés mostró por el Atlántico.