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Xavier Pascual

'Lo más difícil es gestionar los recursos humanos'

Comenzó como financiero y con 42 años preside, desde hace tres, la filial española de la japonesa Toshiba. Es licenciado en Económicas y máster en Dirección de Empresas por el IESE. Anteriormente trabajó en los departamentos de auditoría de Audihispana y Price Waterhouse.

Da la impresión de ser una persona pausada. Pero detrás de esa apariencia se esconde un directivo que parece un manojo de nervios. De hecho Xavier Pascual, según relata uno de sus empleados, no es de los directivos que acostumbra a pasar muchos minutos sin salir de su despacho. Le gusta el trato con la gente -tiene un reconocido perfil comercial- y mantener un trato directo con las 70 personas que tiene a su cargo en Toshiba.

pregunta. ¿Cómo llega un director financiero a ser presidente de una multinacional?

'Lo que hace un negocio son las personas, la honradez y la actitud de servicio al cliente'

'Las prioridades de la empresa deben ser los empleados y los clientes. Y lo último deben ser los resultados'

respuesta. El primer sorprendido soy yo. Anteriormente había tenido cierta implicación en el ámbito comercial. En 1993 hubo una cierta recesión, la morosidad fue uno de los problemas de esta empresa de informática. Hubo que salir de la oficina para ver la problemática de los distribuidores. Y la compañía valoró esta experiencia y mi trayectoria profesional. Coincidió, además, con los años de desaceleración de la tecnología de la información, cuando los márgenes bajan, los recursos financieros escasean y el volumen de facturación se resiente. Afortunadamente tengo un buen equipo de profesionales.

P. ¿Por qué no todo son números en una empresa?

r. Los números es la fotografía, el resultado de la empresa, pero el tema más difícil de gestionar son los recursos humanos. Tener a la gente en la posición adecuada, motivada, no sólo en sueldo, sino también que se sienta apoyada y reconocida. Saber manejar todo esto es la clave. Lo que hace un negocio son las personas, la honradez, la actitud de servicio, estar cerca del cliente. Todo esto es mucho más importante que tener cuatro carreras y 20 máster. Es necesario tener orientación al cliente. Yo valoro muchísimo la positividad de la gente.

P. ¿Debe ser difícil motivar al personal cuando el sector atraviesa un bache?

r. Los últimos tres años han sido complicados para el mundo de las tecnologías. Ha habido una paralización de la inversión de las empresas. La coyuntura económica y la inestabilidad política no ha acompañado. Toshiba ha crecido en consumo porque el cliente cada vez valora más la movilidad y, por tanto, trabaja más con el portátil. En 2003 crecimos un 8,5% y este año lo haremos entre un 6% y un 8%. Antes teníamos un crecimiento del 25%. El mercado de la informática es cada vez más maduro, con competencia, que si es leal es buena. Eso te hace espabilarte.

P. Pero, ¿cómo se gestiona una empresa en medio de una crisis?

r. Lo importante es que la gente vea la luz al final del túnel. Lo primero que hay que hacer es definir cuánto puede durar esta crisis y trazar un camino a seguir. Para ello hay que saber comunicar dónde estamos y hacia dónde vamos. Dar un paso más y llegar al final para que cuando el mercado se reactive estar en la posición adecuada. Mantener la moral de la gente alta y motivada se consigue con una buena comunicación. Cualquier incidencia hay que darla a conocer y hacer a todos partícipes de lo que ocurre, que vean que no hay doble fondo en el mensaje que estás transmitiendo. Hay que trabajar con honradez, no crear falsas expectativas al cliente. Nosotros con la marca que representamos no nos lo podemos permitir.

P. Se habla mucho de la soledad del alto directivo, ¿en esos momentos quién le motiva a usted?

r. Hay personas que no se atreven a comunicar las malas noticias, pero si no lo haces es cuando te falta la opinión directa de cada persona. Hay que estar arropado por un equipo de primera línea, de mucha confianza y en el que poder delegar. No puedes ser el cuello de botella de la empresa. Para mí, la principal motivación es ver a la gente animada. Toshiba es una empresa con un bajo índice de rotación. Eso significa que la gente está bien aquí, aunque luego haya que analizar por qué está bien. Las prioridades de la empresa deben ser los empleados y los clientes. Y lo último deben ser los resultados. Cuando esto se antepone a lo otro es que algo falla.

P. Lleva 13 años en Toshiba, ¿nunca ha sentido la necesidad de cambiar de empresa?

r. Empecé en Barcelona como adjunto al director financiero. Con 30 años me trasladé a Madrid, en una época en la que todavía no estaba muy desarrollado el concepto de movilidad. Fue entonces cuando me promocionaron, en una época muy gratificante por el retorno del esfuerzo. Siempre he tenido retos a lo largo de mi vida profesional. No ha habido monotonía. Los últimos tres años han sido complicados, pero eso hace que la gente se esfuerce y dé lo mejor de sí mismo. Es ahora cuando la gota tiene que caer en la raíz, no puedes desaprovechar el agua. En todos estos años he estado distraído, nunca me he sentido aburrido. Y el tema de la remuneración, el desarrollo profesional y el reconocimiento Toshiba me lo cubre.

Primer presidente no japonés

Es el primer presidente no japonés al frente de una filial de Toshiba. Adaptarse a la forma de trabajar de los orientales no le supuso ningún sacrificio al catalán Xavier Pascual. 'En Japón delegan mucho. Marcan una serie de directrices por las que nos tenemos que regir y confían mucho en la gestión local'.Sin embargo, reconoce que son culturas muy distintas. 'Nunca sabes lo que realmente están pensando. Son personas muy formales, nunca hay una palabra malsonante y son muy colectivistas'. Lo que más le choca a Pascual es la devoción que sienten por el trabajo. 'En la cultura occidental damos prioridad a la familia, por delante de la empresa. En Japón lo prioritario es la empresa, luego la familia y luego la persona. La empresa forma parte de la vida de los empleados. Si la empresa así lo requiere, se puede llegar a vivir lejos de la familia'. Sin llegar a este extremo, Pascual vive entre Madrid, donde trabaja, y Barcelona, donde reside su familia. Prefiere sacrificarse y que sus hijos residan cerca del entorno familiar.A Xavier Pascual le gusta dedicar tiempo al ocio y a la familia. 'Mi objetivo es intentar mejorar la calidad de vida de los profesionales que trabajan en Toshiba, que todo el que esté aquí esté a gusto, que no se lleve trabajo a casa y que disfrute'.Considera que el gran error de los españoles es no haber conseguido trabajar de manera planificada, en cuanto a agendas y horarios. 'Perdemos mucho tiempo en cafés, comidas, interrupciones de teléfono. Si planificáramos, tendríamos mejor calidad de vida'.

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