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Terrorismo

Otra carta bomba eleva a cuatro los ataques contra instituciones europeas

Ayer le tocó a Eurojust, la institución de la UE formada por fiscales y jueces. A su sede, sita en La Haya, llegó ayer una carta bomba que no llegó a explotar. Fue el cuarto paquete con explosivo enviado contra instituciones europeas en cuatro días.

El sábado pasado al presidente de la Comisión, Romano Prodi, le estalló un paquete en las manos, aunque no le causó daño alguno. Dos días más tarde, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y la Agencia Europea de Policía, Europol, recibieron sendas cartas con explosivos. Ayer se confirmó que el presidente de la Europol, Juergen Storbeck, era el destinatario de esta última carta.

En la Comisión se han tomado nuevas medidas de seguridad, según confirmó ayer un portavoz. 'Ya hemos revisado nuestra situación en los edificios de la Comisión, y hemos reforzado algunas medidas', dijo Stefaan De Rynck, pero declinó ofrecer más detalles. No obstante, señaló que éstas se tomaron después de conocerse el atentado a Prodi.

'Confiamos en que las actuales medidas de seguridad son adecuadas', agregó.

Las cuatro cartas tenían un origen común: la ciudad italiana de Bolonia. Las investigaciones aún no son concluyentes, pero apuntan a grupos de anarquistas italianos, según las pesquisas seguidas desde Fráncfort. Se cree que estos anarquistas operan bajo el paraguas de un grupo llamado Euroopposizione, fundado a principios de este año. Su manifiesto dice que está 'contra los dueños de Europa, su guerra, su paz, su represión, su control', según el diario italiano La Repubblica, que aseguraba que la policía tenía una lista de 250 sospechosos repartidos por toda Europa.

No obstante, aún no se ha confirmado la autoría de los atentados y algunos expertos subrayan que las cartas bomba suelen ser usadas por grupos o individuos sin redes sofisticadas.

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