El presidente de BPI critica al empresariado portugués por vender bancos a españoles
El presidente del grupo Banco Portugués de Inversiones (BPI), Artur Santos Silva, criticó ayer a los empresarios lusos que venden empresas o bancos a los españoles. En una entrevista publicada ayer en el Jornal de Noticias, Santos Silva defiende que 'para preservar la independencia y soberanía tenemos que darnos cuenta de que la mayor parte de nuestras empresas de valor estratégico deben estar en manos portuguesas'.
'No conozco ningún país de Europa en que exista en el sistema financiero tanta influencia externa como es el caso de la que España tiene en Portugal', agregó. Según Santos Silva, esto sucedió porque 'hubo portugueses que vendieron sus bancos a los españoles' y argumentó que resulta 'raro que un español que controle una empresa con intereses importantes la venda a un extranjero'.
El presidente del BPI -el quinto banco más importante de Portugal- señaló que esa institución financiera tiene sucursales en Madrid y Santiago de Compostela. Además, el fondo de pensiones del banco luso controla el 5% del capital del Banco Pastor.
Precisamente, La Caixa es el principal accionista del BPI, con una participación del 16%, tras adquirir el pasado 29 de abril otro 1%.
Las declaraciones de Santos Silva se producen una semana después de que el Banco Sabadell se adjudicase el Atlántico en un dura puja en la que el primer banco luso, Caixa Geral de Depósitos (CGD), aparecía como uno de los favoritos.
Ante este fracaso, Caixa Geral, de titularidad pública, busca una nueva estrategia de crecimiento en España. Analistas bancarios consultados por Efe aseguran que la situación de CGD en España no será fácil tras perder la oportunidad de crecer por la vía de las adquisiciones y que es posible que tenga que reconsiderar su permanencia en el mercado español si no logra avanzar por la vía del crecimiento orgánico. æpermil;sta es la única alternativa que le queda a CGD, según los analistas, mediante la apertura de oficinas en aquellas regiones españolas en las que aún carece de implantación adecuada con su marca, el Banco Simeón.
Pero los expertos creen que no es fácil para la entidad lusa basar su expansión en España en el crecimiento orgánico, más tras la experiencia de otros bancos extranjeros.