El auditor pone reparos a las cuentas de Clesa por litigios con Hacienda
El fraude y la polémica del gigante italiano Parmalat ha puesto sobre aviso a todas sus filiales, incluida la española Clesa, cuyos directivos insisten en resaltar su independencia financiera y la solvencia de su balance. Pero lo cierto es que los bancos se han apresurado a pedir las cuentas para asegurarse de que la compañía española no se va a ver salpicada por el escándalo de la matriz. En este sentido, lo que más empaña la buena apariencia de Clesa es el informe de auditoría en el que aparece una diferencia de criterio, la misma que ya se recogía en las cuentas del ejercicio 2001.
Según el auditor, Deloitte & Touche (la misma firma que examina las cuentas de Parmalat), Clesa debería haber provisionado los 3,5 millones de euros de un viejo contencioso que mantiene con Hacienda y que data de mediados de los noventa, antes de que Parmalat entrara en el capital.
Según el informe de auditoría al que ha tenido acceso Cinco Días, Clesa, 'junto con otras sociedades dependientes han sido inspeccionadas por las autoridades fiscales, por los ejercicios 1994 a 1997, ambos inclusive, para todos los impuestos que les son de aplicación. Como resultado de dicha inspección existen actas definitivas para las que no se ha dotado provisión alguna, por entender los administradores que no se devengarán pasivos adicionales de consideración por este motivo. No obstante, la probabilidad de que los importes que figuran en dichas actas deriven en pasivos ciertos dependerá del resultado que obtengan las alegaciones y recursos interpuestos por la sociedad, hecho que no es posible determinar en la actualidad'.
Clesa considera que no es necesario realizar esta provisión debido a que el asunto está en los tribunales y que 'existen muchas posibilidades de ganarlo', según explica el director general de la compañía, Cristino García Benito.
'Se trata de una diferencia de criterio y de interpretación con Hacienda por una compensación de IVA, principalmente, por un concurso de Cruz Roja. Hay unas actas firmadas en disconformidad y con un recurso en marcha, pero no creemos que esto tenga ninguna importancia. No hemos provisionado porque estamos seguros de que vamos a ganar y, si realizáramos la dotación, sería como reconocer la posibilidad de perder', asegura García Benito. El directivo añade que en esta misma situación y por idéntico motivo se encuentran otras empresas del sector.
Resultados
Pero lo cierto es que, si el año pasado se hubieran provisionado los 3,5 millones en litigio, el grupo Clesa hubiera dado pérdidas, ya que el beneficio neto consolidado se situó en 2,32 millones de euros. Según el director general, esto no es significativo, ya que el grupo cuenta con unas reservas considerables debido a que hasta ahora no se han repartido beneficios. En las cuentas consolidadas figuran unos fondos propios de 53,19 millones de euros frente a los 50,86 millones de 2001.
García Benito asegura que en el ejercicio 2003 el beneficio neto será de cinco millones de euros, con un volumen de negocio de 242 millones, ligeramente inferior a los 248 millones del año pasado. En 2002 ya hubo una reducción de la facturación del 4,1% como consecuencia del mal comportamiento de los precios del porcino de cebo, 'la mala climatología durante el periodo estival, que ha afectado al volumen de facturación del negocio de los helados' y la no participación en programa FEGA (concurso para el suministro de Cruz Roja)'.
En 2003 tampoco se ha participado en este concurso, pero, en cambio, la división de helados ha tenido un buen comportamiento. Esta evolución contribuirá a que el cash-flow se sitúe en torno a los 20 millones de euros, lo que permitirá hacer frente a las inversiones sin necesidad de deuda, según explica García Benito.
En las cuentas del ejercicio 2002, el Ebitda (resultado bruto de explotación) se situó en 20,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,9% con respecto al año anterior. Esta mejora se debe a 'la favorable evolución de los productos de mayor valor añadido, lo que ha determinado un Ebitda relativo del 8,7% frente al 7,3% del año anterior'. En general, Clesa ha intentado redirigir su negocio hacia esos productos que le aportan mayor rentabilidad.
La compañía también incluye amortizaciones y provisiones por tráfico por valor de 13 millones de euros, lo que supone 1,89 millones más que en 2001.
Saldos comerciales con el grupo italiano
En el balance de situación de las cuentas consolidadas de 2002 figura una deuda de empresas del grupo de 1,8 millones de euros (un 50% más que en 2001), lo que significa que una compañía del grupo Parmalat (ahora en suspensión de pagos) adeuda dicha cantidad a la española. Sin embargo, en el pasivo, también aparece que Clesa debe a empresas del grupo 2,7 millones (frente a los 709.000 euros de 2001).Según García Benito, estas transacciones forman parte de la dinámica normal de la compañía, aunque se refieren exclusivamente a compra y venta de productos y, en ningún caso, se debe a activos financieros. La mayor parte de esta mercancía es de la marca Parmalat, que cuenta con escasa presencia en España.'En estos casos de compraventa de productos, Clesa siempre ha salido beneficiada, como se puede ver en las cuentas', comenta el director general.
La deuda con los bancos se reduce un 15,6%
En el último ejercicio Clesa ha reducido su nivel de deuda con entidades de crédito en un 15,6% al pasar de los 73,66 millones de 2001 a los 62,13 millones con que cerró el año 2002, incluyendo tanto el largo como el corto plazo. No obstante, la mayor reducción se concentra en el corto plazo que se ha situado en 22,34 millones, un 21,5% menos que el ejercicio anterior, mientras que el endeudamiento a largo se sitúa en 39,79 millones, un 12% menos.Según el director general, Cristino García Benito, en 2003 se producirá una disminución de la deuda similar a la del año pasado debido a que se ha amortizado buena parte del crédito que tenían con Caja Madrid, la entidad con la que mayores compromisos mantiene.De los 62,13 millones que Clesa tenía comprometidos con los bancos a 31 de diciembre del año pasado, 29,34 corresponden a préstamos. A ello hay que añadir las pólizas de crédito con entidades financieras por un importe de 23,17 millones (a 31 de diciembre, el saldo dispuesto era de 21,37 millones, la mayor parte de los cuales son a largo plazo), así como líneas de descuento a corto plazo por valor de 11,3 millones de euros.
Perspectivas de futuro
De los 1.346 empleados que Clesa tenía a finales de 2002, la mayor parte (567) corresponden al área de fabricación, mientras que 14 pertenecen al equipo directivo. El consejo de administración, que el año pasado percibió 524.000 euros, ha decidido apostar por 'el mercado de productos de mayor rentabilidad, en el que tenemos por objetivo incrementar nuestra participación mediante el apoyo publicitario (...) junto a una adecuada estructura de medios materiales, humanos y financieros, que nos permiten prever un ejercicio económico de 2003 con renovado optimismo', señala la empresa.Otra de las apuestas será el lanzamiento de nuevos productos, así como las inversiones en mejoras tecnológicas.