La familia Larios abre hoteles rurales en fincas de aguacates
La compañía fundada en 1860 por un marqués busca ahora reforzar sus rentas agrícolas
La Sociedad Azucarera Larios quiere replicar la fórmula explorada por algunas de las grandes bodegas de abrir pequeños establecimientos hoteleros de calidad en sus explotaciones. En este caso, los hoteles no se abrirán junto a campos de vides, sino en las fincas de aguacates que la empresa, fundada en 1890 por el marqués de Larios, posee en la costa de Málaga. La firma tiene en propiedad 80.000 hectáreas de suelo agrícola no urbanizable en la Axarquía, comarca situada en el litoral este de la provincia.
Esta superficie son los restos del latifundio del Marquesado de Larios, acumulado desde que la familia llegó a Málaga, a principios del siglo XIX. Durante años fueron prósperas extensiones de caña de azúcar destinadas a los ingenios o fábricas azucareras. Pero aquella industria se extinguió paulatinamente y los colonos empezaron a acceder a la propiedad de las tierras que trabajaban. De esta forma, el latifundio se dispersó en varias fincas, que unas veces quedaron improductivas y otras dedicadas cultivos con mayor atractivo en el mercado, como el aguacate. Pero la rentabilidad que obtiene la Sociedad Azucarera Larios (Salsa) de sus fincas es exigua, de ahí que la empresa trate de hallar 'conceptos nuevos que refuercen el negocio agrícola', según el consejero delegado, Juan López Cohard.
El primer proyecto hotelero está ya en marcha. En una explotación de aguacates de 30 hectáreas, situada en Vélez-Málaga, se ha proyectado el hotel Cortijo Bravo, un establecimiento de 20 habitaciones que se quiere completar con 'servicios de restauración de gran calidad'. La inversión se sitúa en torno a dos millones de euros. La intención es iniciar 'inmediatamente después' otros proyectos hasta montar una cadena de hoteles rurales. La compañía que preside Carlos Gutiérrez-Maturana Larios y Príes, actual marqués de Paúl, se ha dedicado durante décadas a gestionar el patrimonio urbano y agrícola de la familia. Hace unos años reorientó la actividad hacia la promoción inmobiliaria para aprovechar la enorme cantidad de suelo que posee y ahora trata de estructurar una división agroalimentaria, a través de su filial Salsa Natura.
Junto a la cadena de hoteles rurales, ha puesto en marcha en la finca Dehesa de los Llanos, en Albacete, una fábrica de queso manchego para el segmento de delicatessen, con una inversión de tres millones de euros. La producción quesera se apoya en un explotación ovina altamente tecnificada, en la que incluso se ha dispuesto música, porque se ha comprobado que así los animales dan leche de mayor calidad. También en Albacete, se instalará una bodega de vino, retomando de esta forma Azucarera Larios una de sus actividades originales: las bebidas alcohólicas. La firma entró en el sector del vino en los años veinte y en 1933 incorporó la popular ginebra. Sin embargo, parte del negocio quedó en manos de otra rama familiar y Salsa sólo mantuvo un 5% del capital de la firma alcoholera hasta su venta a Pernod Ricard. La división agroalimentaria se completa con una línea de jardinería, que, con una inversión de 2,4 millones de euros, contempla levantar un invernadero con centro comercial de plantas para ornamentación de 13.000 metros en Vélez-Málaga.
La sociedad posee 80.000 hectáreas de terreno agrícola y no urbanizable en la costa oriental de la provincia de Málaga, restos del latifundio del marquesado