Telefónica tira del mercado con un 4,11% en la semana

El Ibex se apuntó ayer un máximo. Como es ya costumbre este otoño, lo hizo con sordina, tras ganar el 0,03% y cerrar en 7.429. Poco volumen y poca volatilidad, pero máximo al fin y al cabo. Paso a paso, el índice de referencia de la Bolsa española se ha asomado a la cota técnica y psicológica de los 7.500 puntos, desconocida desde julio de 2002, cuando quebró Worldcom.

La sesión de ayer abrió bien. El jueves por la noche el Dow Jones había podido con los 10.000 puntos, y éste buen tono animó la apertura europea. En España la de arena la puso Inditex, que se desplomó un 10,4% tras presentar unos decepcionantes resultados. En el último trimestre bajó el beneficio por primera vez desde que salió a Bolsa. Sin el impacto negativo de Inditex, el Ibex habría subido ayer alrededor del 0,25%.

Pero el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan frustró lo que apuntaba como una apertura alcista de los mercados de Estados Unidos. Contra los pronósticos, el sentimiento empeoró en diciembre. Tampoco ayudó el aumento del déficit exterior de Estados Unidos.

En cualquier caso, estos datos sólo alteraron levemente el comportamiento de los mercados. En los mejores momentos de primera hora de la mañana el Ibex apenas avanzaba el 0,6%.

Las subidas de la semana, que han ascendido a un 1,17%, han estado impulsadas fundamentalmente por Telefónica, que en las cuatro sesiones del periodo aportó una cuarta parte de la subida del Ibex al avanzar un 4,11%. Los dos grandes bancos, por el contrario, han cerrado la semana planos.

La reunión de la Reserva Federal, principal referencia de los mercados en esta recta final del año, no introdujo cambios, lo que terminó por prolongar la tendencia suavemente alcista de las Bolsas.