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Cumbre

Aznar acepta votar por población, pero sin perder poder

La delegación española en la Cumbre de Bruselas esperaba anoche con ansiedad la llegada de una propuesta de negociación que permita despejar el camino a la futura Constitución europea. El encuentro bilateral entre el presidente de turno de la UE, Silvio Berlusconi, y el presidente español, José María Aznar, no deparó de momento ningún avance.

España se ha resignado ya al sistema de voto de doble mayoría previsto en el borrador constitucional, aunque desea refinarlo para preservar una capacidad de influencia en las decisiones similar a la que obtuvo en el momento del ingreso en la Unión Europea (UE).

El presidente del Ejecutivo llegó a la cumbre comunitaria que debe rematar la Constitución europea con un talante inusualmente dialogante y dispuesto a pactar los términos del futuro texto. La posibilidad del veto pesaba aún en el ambiente del triste edificio Justus Lipsius, donde continúan hoy reunidos los líderes de los 25 países de la UE. Pero incluso Polonia duda ante ese recurso extremo como táctica de negociación, que supondría un comienzo desastroso para el estreno de Varsovia en la Unión. La presión interna en Polonia puede obligar al primer ministro, Leszek Miller, no obstante, a bregar por un acuerdo claramente convincente para su opinión pública.

José María Aznar, en cambio, llegó a la decisiva cita con su cara más amable. 'Fíjense del buen humor que estoy que no quiero criticar a nadie', explicó antes de que comenzase la reunión. 'Podría hablar sobre el Pacto de Estabilidad', dijo en alusión a la reciente disputa sobre su congelación, 'pero no voy a hacerlo'.

Aznar se comprometió a poner todo lo que esté de su parte 'para crear el mejor ambiente posible. No quiero crear hostilidad'.

'Hemos venido a escuchar', corroboraba una fuente de la delegación del presidente. 'Nosotros estamos cómodos con el Tratado de Niza, pero si quieren cambiarlo no nos oponemos siempre que nos den buenos argumentos y respeten nuestra posición'.

España se muestra dispuesta a negociar a partir del modelo de voto basado en el peso demográfico de cada país, una realidad que hasta ahora se resistía a aceptar oficialmente. 'Niza ya recogía la doble mayoría', se afirma ahora en ladina referencia a la cláusula de salvaguarda que Alemania introdujo en aquel tratado para garantizar que, llegado el caso, no se apruebe una decisión si no cuenta con el respaldo de un número de países que sumen, al menos, el 62% de la población.

El proyecto de Constitución fija el umbral de población necesario para aprobar una decisión en el 60%, pero siempre con el apoyo de al menos el 50% de los Estados. La fórmula impide cualquier acuerdo en contra de tres de los cuatro países más poblados de la UE (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia), una situación que, por otra parte, tampoco ahora se puede producir. El Gobierno siente, sin embargo, que España se descuelga de la cúspide de poder de la UE, una élite en la que se ha mantenido sacrificando peso en otras instituciones (Comisión y Parlamento).

La presidencia italiana preveía suspender la reunión a la una de la madrugada.

Conflicto. Cada parte tiñe de europeísmo su interés nacional

La posición de Francia y Alemania a favor de un sistema de voto basado en la población no puede calificarse de 'arrogante', afirmó el presidente francés, Jaques Chirac. Obedece, a su juicio, a una visión de Europa con una unión política que supere las limitaciones del mercado común.'No sé dónde está escrito en el Testamento de Adán sic que cuando un país defiende su posición se trata del interés europeo, y cuando lo hace otro es por egoísmo', se quejó el presidente del Gobierno José María Aznar. 'El interés de Europa es compatible con los legítimos intereses de España'.La ministra de Exteriores, Ana Palacio, pidió que 'nadie secuestre' el modelo europeo. 'Europa se construye entre todos y el interés europeo se decide entre todos'.Polonia proclamó que su rechazo del sistema de voto previsto en la Constitución responde a su 'espíritu europeo'. El primer ministro, Leszek Miller, negó que Varsovia esté bloqueando el acuerdo.

Respaldo al plan de crecimiento

1 El Consejo respalda la iniciativa del crecimiento económico de la UE, basada en el desarrollo de proyectos de innovación, de energía y, sobre todo, de las lista de infraestructuras de transporte denominadas redes transeuropeas, cuya selección provisional fue recientemente pactada por los ministros de Transporte. La lista de las redes, aún pendiente del visto bueno de la Eurocámara, incluye 30 áreas de actuación. Varias afectan a España, como los corredores ferroviarios Lisboa-Oporto-Madrid, Madrid-Barcelona, Barcelona-Figueras-Perpiñán, Madrid-Vitoria-Irún-Hendaya; las conexiones por carretera y ferrocarril entre España y Portugal; la red de alta velocidad ibérica, o las 'autopistas del mar' (mejora de instalaciones y conexiones portuarias). La UE prevé destinar a la ejecución de las redes 220.000 millones de euros hasta 2020, distribuidos mediante subvenciones que podrán alcanzar hasta el 30% del presupuesto de cada proyecto. El resto provendrá de arcas nacionales e inversión privada.2 El Consejo destacó la importancia de enfocar de manera conjunta el problema de la competitividad económica europea y encargarán a la Comisión y al Consejo de Ministros que 'identifiquen' propuestas con impacto potencial sobre esta variable.3 La UE canceló ayer definitivamente el proceso aprobado de sanciones a Estados Unidos por los aranceles que este país impuso hace dos años a la importación de productos de ese material y que suspendió el 4 de este mes. Las sanciones previstas por la UE debían entrar el vigor el próximo lunes.

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